martes, 14 de enero de 2014

RODRIGUEZ OJEDA Y LA MACARENA II.

RODRIGUEZ OJEDA Y LA MACARENA II[1].
EL ESPLENDOR MACARENO.
En esta segunda entrada sobre Rodríguez Ojeda, voy a comentar otras aportaciones suyas a la Hermandad de la Macarena, que causaron en sus estrenos grandes sensaciones en toda Sevilla, como la corona de oro, la túnica de los nazarenos,  el manto de tisú, o las ropas de los “armaos”.

LA CORONA DE ORO.
Al igual que el manto de malla o el palio rojo, que vimos en la anterior entrada, esta corona es uno de los enseres emblemáticos de la Hermandad de la Macarena.
Rodríguez Ojeda que no deja de imaginar los mejores ornamentos para su Virgen, le diseña en 1912 una esplendida corona en estilo barroco y que ha de hacerse en  oro de ley.
El proyecto consta de imperiales y ráfagas que terminan en dieciocho estrellas y se remata con una cruz sobre la bola del mundo. Sobre un ancho aro aparecen doce rosetas labradas entre pilastras, de donde penden paños drapeados que entrelazan los escudos en esmalte de España y Sevilla en la parte delantera y el de la Hermandad y San Gil por detrás.








La corona se fabricó en los talleres de la joyería Reyes en 1.913. Tuvo un coste de 12.500 pesetas, y fue sufragado por un festival taurino organizado por el torero Joselito el Gallo, y por las aportaciones de los sevillanos, que contribuyeron con gran generosidad, entregando joyas, monedas y piezas de oro.
 Era tanta la ilusión popular, que un obrero que no disponía de oro, ofrece los cincuenta y cinco céntimos que tenia para el almuerzo.
Posteriormente se fue enriqueciendo con brillantes y piedras preciosas. Con ella la Virgen Macarena se coronó canónicamente el 31 de Mayo de 1964.
Una réplica en bronce de esta corona, con un peso de ochenta kilos y ciento cuarenta centímetros de altura, se halla situada en la fachada principal de la Basílica.

EL NUEVO NAZARENO MACARENO.
Los nazarenos de la Macarena llevaron túnicas negras hasta mediados del siglo XIX, fecha en que se cambian a color blanco de cola, y antifaces color morado para el Cristo y verdes para la Virgen.
Rodríguez Ojeda con sus ideas de hacer de la Hermandad de la Macarena una de las más suntuosas de la Semana Santa, diseña con su portentoso talento artístico, una nueva túnica para los cofrades macarenos.
El estreno se produce en la Madrugada del Viernes Santo de 1.889, se abren las puertas de la parroquia de San Gíl y comienzan a salir nazarenos.
La multitud asistente queda boquiabierta al contemplar con  ojos asombrados por la admiración, este nuevo nazareno que luce capirote de terciopelo verde esperanza, verde macareno, túnica y capa de lana merina con vuelo circular, y escudos bordados en oro.
La muchedumbre ante este nazareno espectacular con vestiduras de tanta riqueza, irrumpe en un espontaneo aplauso colectivo.
Con el paso del tiempo este nazareno “macareno” creará escuela a imitar por el resto de Hermandades.
Este mismo año el Señor de la Sentencia estrena la túnica bordada por Ojeda, conocida como de “los cardos” por sus bordados en forma de grandes vegetales.

EL MANTO DE TISÚ.
En la Semana Santa de 1930, la Virgen estrena el manto de tisú, bordado en hilo de oro sobre la tela de tisú, una de las mejores obras de Rodríguez Ojeda. Meses más tarde el 29 de Noviembre de 1930 fallece este gran artista y diseñador, siendo este manto la última creación salida de sus portentosas manos.
La Hermandad con el fin de recaudar fondos para sufragar los costes del manto, hizo una encendida llamada a los sevillanos para que con sus donativos participaran en el proyecto:
“Manto nuevo de la Virgen de la Esperanza, verde como esas praderas que aguardan la siembra fecunda, para dar su cosecha de espigas de oro, ¡Sembremos en él nuestro grano, semilla de esperanza, devoción y gratitud…! Sevillanos que el manto de la Madre nos junte a todos en un mismo sueño, que al verla pasar en la Madrugada solemne y augusta, todos podamos mirarla con emocionado orgullo, al pensar que en su manto va el afán de un día, de una hora, de un minuto de nuestra vida”.

LOS “ARMAOS” CENTURIA MACARENA.
Rodríguez Ojeda no crea  la centuria romana, solo la transforma, aunque no salían con regularidad, ya existía desde al menos mediados del siglo XVII, esta primitiva cohorte estaba compuesta por unos veinticinco vecinos del barrio macareno.  
En el XVIII  y XIX hubo varios intentos sin éxito, de reorganizar la centuria, periodos de normalidad se alternan con otros de penuria y de no salir, incluso hay indisciplina y enfrentamientos con la Junta de Gobierno, llegando esta a suprimirles la salida.
No es hasta 1897 en que se reorganiza definitivamente tal como hoy la conocemos, salvo las anacrónicas vestimentas, que el genio de Ojeda considera que hay que cambiarlas.
Estos romanos a su criterio no son los que el Señor de la Sentencia se merece que lo acompañen. Sus vestimentas bordadas en oro y luciendo falsas pedrerías, los hacen parecer comparsas de opereta teatral, y no a los que conquistaron el mundo conocido en aquella época.
Ojeda decidido a transformar la centuria en unos romanos más sevillanos, dibuja en 1915 el atuendo del “armao macareno” compuesto de coraza plateada llamada de “costilla” y enaguas de terciopelo rojo vino rematada con flecos dorados.
Estos “armaos” que actualmente en Semana Santa vemos desfilar con sus penachos de plumas ondeando al viento y llenando las calles de alegría, lucen las vestiduras por él diseñadas.
En los años 50 del pasado siglo se cambian las corazas de “costilla” por otras labradas en forma de “escamas” y se le añaden las correas de cuero rematadas por cabezas de león.

LA BARBERÍA.
Cuando Rodríguez Ojeda viste a los “armaos” con sus nuevas ropas, la disposición de las figuras del “paso” de la Sentencia no es la misma que la actual, en la foto que se adjunta podemos ver como era.

El Señor va de espaldas en dirección a la marcha enfrentado a Poncio Pilatos. Pero el detalle curioso es que dos de los judíos van sentados, y aquí entra la sabiduría popular que puso al “paso” el nombre de “la barbería”,  y decían: “los judíos parecen estar en la barbería, esperando su turno para ser enjabonados con el agua de la palangana y ser afeitados por Pilatos”.

Aquí termino estas notas sobre Rodríguez Ojeda, perdonad su brevedad, el conjunto de sus obras de bordados y diseños son tan amplias, que no se pueden describir en unas breves líneas.




[1] SOBRE RODRIGUEZ OJEDA VÉASE EL LIBRO ESPERANZA MACARENA SEVILLA 1.989.-LA SEMANA SANTA ANTES Y DESPUÉS DE RODRÍGUEZ OJEDA POR JULIO MARTINEZ VELASCO ABC FEBRERO 1.985. Y-EL ARTE SEVILLANO DE VESTIR IMÁGENES. PALOMERO PARAMO ABC  MARZO 1.985.

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