DESDE
SAN JUAN DE LA PALMA A LA
PLAZA
DE SAN MARTIN
Hoy voy a pasear hasta
la plaza de San Martin. Desde San Juan de la Palma entramos por la calle
Viriato, larga y de irregular trazado, cuyo nombre honra la memoria del héroe
lusitano, que a mediados del siglo II a.C. lideró las fuerzas hispánicas que
lucharon contra Roma en la defensa de la península ibérica.
Este gran guerrero murió en el lecho, sus lugartenientes,
que habían sido sobornados por el Cónsul romano, lo asesinaron mientras dormía.
Parte de esta calle lo ocupa el antiguo caserón del
Hospital de San Bernardo, popularmente de los Viejos. El edificio en forma de
triangulo está rodeado por esta calle y las de Amparo y Viejos. En la que fuera la antigua iglesia del
hospital tiene su sede la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina. El
resto del edificio totalmente restaurado se ha habilitado por la Junta de
Andalucía, para el cuidado y atención a
mayores.
Seguimos y dejamos atrás la calle de Alberto Lista, ilustre
personaje sevillano (Sevilla 1775-1848) clérigo, escritor, poeta, matemático y
humanista. Fue un niño superdotado que ejerció con quince años como profesor en
la cátedra de Matematices de la Sociedad Económica de Amigos del País en
Sevilla.
Y llegamos a la plaza, donde además de la iglesia que le da
nombre, confluyen otras calles, como las de Quevedo y Cervantes dedicadas a dos
de los más grandes genios de la literatura.
La de Morgado en recuerdo del sacerdote y escritor Alonso
de Morgado autor de la primera Historia de Sevilla impresa en 1587;
La de Saavedras[i]
por la familia de este linaje, y la de la Divina Enfermera en honor de la
imagen que recibe culto en esta iglesia de San Martin.
Mañana pasearé por esta plaza recordando cuando por aquí
pasaba la muralla romana.
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