LA
PLAZA DE SAN MARTIN.
LAS
MURALLAS ROMANAS.
Me
encuentro en la plaza de San Martin, un espacio en forma de rectángulo con unos
naranjos, la mitad de dedicado a aparcamiento de coches, y la otra al tráfico. Sería
un bonito y recoleto lugar si tuviera jardines, fuente y bancos.
En el
paseo de hoy, voy a retroceder en el tiempo muchos siglos atrás, hasta cuando por
aquí pasaba la muralla romana.
Sabemos,
que no siempre las murallas que rodeaban la ciudad llegaban hasta la Macarena, hasta
esa zona fueron ampliadas en el siglo XII por los almohades.[i]
Mil
años antes en época romana, con la ciudad bastante más pequeña, la cerca
defensiva torcía en la Puerta Osario en dirección hacia Santa Catalina continuando
hasta San Martin, su punto más al norte.[ii]
Veamos que nos dice la historia:
En el siglo II d.C. Híspalis era una ciudad floreciente,
camino de convertirse en una de las primeras ciudades del mundo. La importancia de su puerto, la
industria y el comercio, aumentan el número de habitantes, siendo necesario un
ensanche de las murallas que Julio César construyera en los años 60 a.C.
La amplitud se prolonga hasta la plaza de San Martin, donde
se abre una puerta que se comunica con el camino que bordeando el brazo oriental
del río llegaba hasta Itálica.
Estas murallas, según las investigaciones arqueológicas, formaban
un hipotético e irregular circulo, que llegaría hasta San Martin, pasando por San
Juan de la Palma, Gerona, Santa Catalina, Puerta Osario, Puerta de Carmona, Puerta
de la Carne, Santa María la Blanca, Mateos Gago, Cuna, y Villasís.
El rio Guadalquivir a su paso por la Barqueta se dividía en
dos brazos, el oriental bajaba hasta la zona de la actual Alameda de Hércules y
por Amor de Dios y Sierpes corría paralelo a la muralla hasta unirse con el río
en un lugar cercano a la Torre del Oro.
Siglos más tarde, en el IX durante la dominación islámica,
los árabes amplían las murallas hasta la Plaza de la Europa, y en el lugar anterior construyen una mezquita, que tras
la reconquista de Sevilla en 1248 por Fernando III, se reconvierte en la iglesia
cristiana de San Martin que da nombre a la plaza.
Esta iglesia, de estilo gótico, fue reconstruida con
bóvedas de nervadura en el siglo XV, es de una sola nave, caso curioso en los
templos de la misma época que tienen tres. En la actualidad es sede de la
Hermandad de la Lanzada.
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