sábado, 30 de mayo de 2015

LAS TUNICAS BORDADAS DEL SEÑOR DEL GRAN PODER.

LAS TÚNICAS BORDADAS DEL SEÑOR 
DEL GRAN PODER.
EL RETABLO DE LA CALLE CERVANTES.
      
       Esta calle dedicada a Don Miguel de Cervantes el gran genio de la literatura universal, se encuentra entre las plazas de San Martin y de San Andrés.
          Calle muy interesante de visitar, en ella sobre la fachada de un antiguo palacio, podemos contemplar un hermoso retablo con la imagen del Señor del Gran Poder vestido con la llamada  Túnica Perdida[i].
 
RETABLO EN CALLE CERVANTES.
          La historia de esta túnica es interesante, fue bordada en los talleres de Manuel María Ariza, estrenada por el Señor y vestida por única vez en la Semana Santa de 1854.
          Ese año terminados los días santos, al desvestir al Señor la túnica sufrió una rotura, siendo enviada  al bordador para que la recompusiera.
          Solucionado el arreglo, la Hermandad le pidió su entrega, Ariza para devolverla exigió el pago de la cantidad que le quedaba por cobrar. Esta exigencia ocasionó un conflicto entre ambas partes, la Hermandad no tenía el resto, ya que las cuantiosas aportaciones recibidas para la financiación de la túnica no cubrían el total del coste, después de mucho pleitear se llegó al siguiente acuerdo: el bordador se quedaba con la túnica y devolvía  a la Hermandad las cantidades cobrada a cuenta.
          A pesar que esta bella túnica, por los motivos expuestos, no se encuentra desde 1854 en el ajuar del Señor,  su foto sirvió de modelo para este y otros retablos.
          Aquí, delante de este retablo de la calle Cervantes me digo, esta túnica no la tiene, pero sí otras cuatro ricamente bordadas como: la de “la corona de espina”, “la de los cardos”, y “la persa” con las que procesionaba con anterioridad al año 1910, además de “la guardilla” de 1927.
           La Hermandad en 1910 aprobó, que para la Estación de Penitencia de la Madrugada del Viernes de ese año y para los sucesivos, vestir la sagrada imagen con túnica de terciopelo liso y sin adornos, considerando que el Señor con túnica lisa parecería más humano.
           Lo cierto es, que desde entonces, salvo en dos Semanas Santas, nosotros ni otras generaciones anteriores hemos podido contemplarlo con esas lujosas ropas bordadas de oro.
          Las dos excepciones en estos más de 100 años fueron: en la Semana Santa de 1948 con motivo de cumplirse el séptimo centenario de la Reconquista de Sevilla por el rey Fernando III, que vistió con la túnica bordada llamada “de la corona de espinas”, realizada en 1857 por la bordadora Teresa del Castillo.
          La otra fue en la Madrugada del Viernes Santo del 2008, a esta más cercana en el tiempo tuve la suerte de asistir. 
          En aquella fría madrugada del mes de Marzo, estuve en la Plaza de San Lorenzo para ver la salida del Señor luciendo su restaurada túnica de “los cardos”, una impresionante pieza bordada en oro sobre terciopelo granate y con amatistas incrustadas, obra de las hermanas Antúnez en 1881.

SEMANA SANTA 2008 TÚNICA DE LOS CARDOS[ii].
          El ambiente estuvo expectante y cargado de emociones, las opiniones eran dispares, unos comentaban la belleza de los bordados que le daban a la figura una gran majestad, otros que con ella el Señor perdía el efecto de andar y moverse que le daba la túnica lisa.
          Puede que los bordados le den una realeza que parezca más distante, y en cambio las ropas lisas  mayor humanidad y cercanía, yo creo, que el Señor del Gran Poder es humano, humilde y cercano a todos nosotros, vista como se vista.   
          De las otras túnicas, “la persa” bordada en 1908 por Juan Manuel Ojeda, de “la guardilla” realizada en 1927  por María Teresa de Fraguas, así como de las salidas extraordinarias, fuera de la Semana Santa, que realizó el Señor con su imagen vestida con túnica bordada, quizás lo cuente en otra ocasión.


         





[i]  ARTICULO DE ANA CRUZADO DÍAZ SOBRE LAS TRES TÚNICAS BORDADAS MAS ANTIGUAS DEL SEÑOR EN HISTORIA DE NUESTRO PATRIMONIO.

[ii] DIARIO DE SEVILLA MARZO 2008.

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