GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA.
Como todos los años en el mes de Noviembre, me paso por
la tumba de esta excepcional mujer poetisa y escritora, a rendirle un sentido
homenaje.
CEMENTERIO DE SAN FERNANDO. PANTEON DE LA FAMILIA
GOMEZ DE AVELLANEDA.
Escritora española-cubana, nació el 23 de Marzo de 1814
en Puerto Príncipe actual Camagüey (Cuba) falleciendo en Madrid el 1 de Febrero
de 1873 con tan solo 58 años.
“Tula” como era llamada cariñosa y familiarmente, vivió
en Sevilla varios años, ciudad a la que tuvo un gran cariño, y a la que dedicó
bellas páginas literarias, dejando escrito en su testamento que al final de sus
días tanto ella como su marido Don Domingo Verdugo, descansaran definitivamente
en la tumba familiar del Cementerio sevillano de San Fernando.
Fue una mujer bella, inteligente, apasionada, de gran
temperamento y personalidad arrolladora. En su vida y obra literaria luchó por
la igualdad de los seres humanos y la justicia, su marcada independencia y rebeldía
frente a los convencionalismos de su época, la convierten en precursora del
movimiento feminismo en España.
En su valiosa y extensa producción literaria abarcó
todos los géneros, desde la novela y la poesía hasta el teatro y la narrativa
epistolar, como gran poetisa y escritora del romanticismo, fue propuesta en
1853 para entrar en la Real Academia de la Lengua, el solo hecho de ser mujer
le impidió el acceso[ii].
Personalmente os diré que hace años disfruté mucho leyendo
varias de sus obras, recuerdo especialmente la novela antiesclavista Sab, donde
relata la historia del amor imposible que le tiene un mulato esclavo a la hija
blanca de un terrateniente.
Sus poesías, que publicó en la prensa con el seudónimo
de “la Peregrina”, están llenas de gran sentimiento y pasión.
A continuación inserto un poema pleno de religiosidad que
demuestra su gran sensibilidad:
POEMA ORACIÓN AL CRISTO DEL CALVARIO.
En esta tarde, Cristo del Calvario.
vine a rogarte por mi carne enferma,
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Como mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mi todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Pero sí queréis conocer su apasionado y exaltado
carácter, hay que leer su epistolario, que comprende su autobiografía y las
Cartas de Amor, en ellas, al igual que en el resto de su obra, encontrareis
belleza, sentimientos, pasión y ternura. De Tula o Gertrudis, como queráis llamarla, se
puede escribir mucho, pero creo que lo mejor es leerla y descubrirla por uno
mismo.
[i] FOTO TOMADA
DE WIKIPEDIA.
[ii] EL HECHO NO ESCRITO DE QUE EN LA R.A.E. NO
HABÍA PLAZAS PARA MUJERES DURÓ HASTA 1979 AÑO QUE SE ACEPTO EL INGRESO DE LA POETISA
CARMEN CONDE.
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