MAUSOLEOS
DEL CEMENTERIO.
EL
REY MAUSOLO.
Estamos en Noviembre mes de los difuntos y llevo unos días
paseando por el cementerio, ayer estuve admirando la esplendida estatua de la
Dogaresa que preside el panteón-mausoleo del pintor José Villegas Cordero[i].
En nuestro deambular encontramos artísticos monumentos
funerarios, a muchos de ellos por su belleza, calidad artística y
arquitectónica, podemos encuadrarlos siguiendo la definición de la R.A.E. como MAUSOLEOS = SEPULCROS MAGNÍFICOS Y
SUNTUOSOS.
En la foto el mausoleo con mayores proporciones del
cementerio, se trata del panteón en forma de capilla funeraria de la familia
López-Solé, diseñado por Aníbal González en estilo gótico y renacentista.
“MAUSOLEO” es una construcción funeraria grandiosa
y espectacular, pero hay más, su lejano origen proviene de la tumba del
rey MAUSOLO, cuya interesante historia merece que
le dediquemos estas breves líneas.
Para ello tenemos que retroceder hasta el año 353 a.de
Cristo, fecha de la muerte de MAUSOLO rey de Icaria y gobernador de la
provincia persa de Helicarnaso[ii].
A su muerte, su apasionada y desconsolada esposa y hermana[iii]
la reina Artemisa II, llena de amor conyugal decide perpetuar su recuerdo, construyéndole la mejor y fastuosa cámara funeraria conocida.
Para ello contrata a los más afamados escultores y artistas
griegos, que construyen un edificio de tanta belleza, que llegó a ser
considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo.
Este espectacular mausoleo de mármol blanco, se levantó en una de las colinas de la ciudad de
Halicarnaso, tenía una base rectangular de 30 x 40 metros, cuatro plantas y
unos 50 metros de altura.
En la base inferior se guardaba el sarcófago con los restos
del rey Mausolo, la planta intermedia estaba formada por un conjunto de dobles
columnas, que soportaban otra planta en forma de pirámide, y sobre esta coronando todo el mausoleo, una cuadriga o
carro de combate arrastrado por cuatro caballos conducidos por las estatuas de Mausolo
y Artemisa.
Lujosos y cuantiosos eran sus muchos artísticos relieves, y
de las bellas estatuas que lo adornaban, se cree que superaban la cantidad de
cuatrocientas.
De esta Maravilla del Mundo Antiguo tan solo quedan unas
pocas piedras, pero lo que sí queda desde entonces y para siempre, es la
palabra MAUSOLEO como sinónimo de tumba magnifica y
suntuosa.
Para terminar volvamos a Artemisa, de ella dice la leyenda
que su pasión por el fallecido Mausolo era tanta, que mezclaba sus cenizas con
los líquidos que bebía para darle sepultura en su propio cuerpo.
Este mes lo estoy dedicando al Cementerio, en los próximos
días visitaré la tumba de la escritora y poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda.
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