LAS CIGARRERAS DEL PINTOR
GONZALO BILBAO.
MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLSA.
En la
entrada anterior, os comenté sobre los ocho cuadros de la mascarada de carros
alegóricos patrocinada por la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, con motivo de
la subida al trono del rey Fernando VI, que se pueden admirar en este Museo
hispalense.
LAS CIGARRERAS. GONZALO BILBAO.
Hoy
me encuentro en la Sala XII, ante el óleo de grandes dimensiones 3,05 x 4,02 “Las
Cigarreras” obra del pintor Gonzalo Bilbao.
Este
artista (Sevilla 1860-Madrid 1938) fue uno de los más representativos de la
pintura sevillana de finales del siglo XIX y principios del XX.
De su
extensa producción artística, en la que predomina la luz y el color, podemos
ver además de temas sociales y costumbristas, paisajes y retratos.
De él,
el Profesor en Arte Don Enrique Valdivieso[i]
nos dice: “A Velázquez la realización de Las Meninas le hubiera bastado para
consagrarse en la historia. En tono menor, pero con suficiente resonancia, a
Gonzalo Bilbao le consagró en Sevilla la ejecución de Las Cigarreras, pintura
que le otorgó una gran celebridad en el ámbito popular”.
En el
cuadro, dentro de un magistral juego de luces y sombras, nos pinta el ambiente
de trabajo de las cigarreras.
Describe
una de las naves de la Fábrica de Tabacos, donde expertas manos femeninas
elaboran cigarros puros, destacando en primer término la tierna escena de una
de las obreras, que en un receso amamanta a su pequeño bebé al que mira
embelesada, mientras unas compañeras lo miran sonrientes.
DETALLE CUADRO LAS CIGARRERAS
Una
copia de este cuadro, cuyo tema está muy vinculado a nuestra ciudad, figura en
el azulejo central de uno de los bancos de la Plaza de España dedicados a
Sevilla.
La
mujer como trabajadora, se incorpora a la Fábrica de Tabacos de Sevilla en el
siglo XIX. Fue un acontecimiento de gran importancia social, y tanta la fama de
estas mujeres cigarreras sevillanas, que su amplio sentido de libertad, andares
garbosos y resueltos, flores en la cabeza y mantón de flecos, traspasaron
fronteras, siendo pintadas, fotografiadas y llevadas a la literatura universal.
La cigarrera
ficticia más conocida es la famosa “Carmen” protagonista de la novela de
Próspero Marinee, y también cantada en la ópera por Bizet, gitana, de
voluptuosa belleza, que volvía locos a los hombres, ha llegado a nosotros convertida en uno de los
mitos sevillanos. Su monumento se levanta en el Paseo de Colon, próximo a la
Plaza de Toros.
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