LA
PLAZA DE SAN LORENZO.
El barrio de San
Lorenzo, que lleva este nombre al menos desde el siglo XV por la iglesia
dedicada a este Santo, es un lugar muy agradable
para pasear.
Me encuentro en la acogedora
y apacible plaza de San Lorenzo, centro geográfico del barrio.
Sentado en un banco
de hierro y piedra a la sombra de los añosos castaños de indias, admiro el
conjunto de sus edificios, entre los que destacan la iglesia con su torre campanario
y la Basílica del Señor del Gran Poder.
PLAZA DE SAN LORENZO EN PRIMER TÉRMINO LA ESTATUA DE
JUAN DE MESA AL FONDO LA PARROQUIA Y EL TEMPLO DEL SEÑOR DEL GRAN PODER.
Precisamente uno de
los grandes y solemnes acontecimientos de esta plaza, que se repite cada año en
la madrugada del Viernes Santo, es cuando se abren las puertas y en medio de un
sobrecogedor silencio, se inicia la salida de la Cofradía del Señor de Sevilla.
La plaza está presidida por el
monumento a Juan de Mesa, obra realizada en 2005 por el escultor sevillano Sebastián
Santos Calero.
Se representa a
Mesa en pie y de cuerpo entero, en su mano derecha lleva un mazo de escultor y
en la izquierda un cincel al tiempo que sujeta un tablero en el que sobresale la
talla de la cabeza y de una de las manos del Gran Poder.
ESTATUA DE JUAN DE
MESA EN EL TABLERO DESTACAN LA CABEZA Y MANO DEL GRAN PODER.
En el pedestal de mármol una placa con
la siguiente dedicatoria: “Sevilla a Juan de Mesa 1583-1627”.
Juan de Mesa nació en Córdoba, aunque
de muy joven se trasladó a Sevilla donde murió a los 44 años siendo enterrado
en la Parroquia de San Martín.
Fue uno de los escultores-imagineros
más importante del barroco andaluz, a pesar de su temprana muerte muchas fueron
las obras salidas de sus manos, entre ellas además del insuperable Señor del
Gran Poder, destacamos los Cristos de la Buena Muerte, del Amor y de la
Conversión del Buen Ladrón.
Por esta plaza, muy distinta a la de hoy, correteó y jugó
de pequeño Gustavo Adolfo Bécquer, el insigne poeta nació el 17 de Febrero de
1836 en la casa número 28 de la cercana calle del Conde de Barajas, siendo
bautizado en la parroquia de San Lorenzo. Como
recuerdo en la fachada de la casa luce una placa de mármol.
Me marcho, no sin antes pararme ante
la fachada de una de las casas de esta plaza, a contemplar el azulejo dedicado a
la memoria del cantaor Francisco Palacios “el Pali” trovador de Sevilla que
falleció en 1988.
Sin dudas, una de las plazas más bonitas que hay en Sevilla.
ResponderEliminar¡Un saludo!
muy interesante como todo lo que publicas. saludos.
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