viernes, 10 de abril de 2015

IGKESIA DE SAN JUAN DE LA PALMA.HERMANDAD DE LA AMARGURA.

IGLESIA DE SAN JUAN DE LA PALMA.
SALON DE EXPOSICION DE LA HERMANDAD DE LA AMARGURA.
          Estamos ante otro de los templos, que tras la Reconquista se levantaron sobre una antigua mezquita musulmana, y que en el siglo XIV se reconstruyeron en el estilo gótico-mudéjar. De esta iglesia, muy reformada en los siglos XVII y XVIII, tan solo quedan de la arquitectura primitiva: la portada, la bóveda de la capilla Sacramental y la parte inferior de la torre.

SAN JUAN DE LA PALMA. ESPADAÑA-CAMPANARIO, VENTANA SEÑOR DE LOS
AFLIGIDOS Y PORTADA GÓTICO MUDÉJAR.
                Sobre el alminar de la mezquita, se levantó en el siglo XVIII la esbelta espadaña-campanario que admiramos desde la calle Feria.
          Damos una vuelta por el exterior donde contemplamos unos hermosos retablos, nos paramos ante la ventana por la que se le tributa devoción al Señor de los Afligidos, y pasando bajo la portada ojival entramos en el templo sede de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes y María Santísima de la Amargura Coronada.
          Muchas son las obras de arte y riquezas que se pueden admirar en sus altares y capillas, pero la visita de hoy la voy a dedicar a ver la Sala de Exposiciones de la Hermandad.


         
 Esta sala se encuentra en la planta alta y muchos son los escalones que hay que subir, la escalera es alta, pero merece la pena llegar  hasta arriba para contemplar los tesoros que forman el esplendido patrimonio.

          El conjunto de los ricos enseres que se exhiben,  los podemos admirar en todo su esplendor el Domingo de Ramos en la calle durante la estación de penitencia.  
          La Virgen de la Amargura con su belleza e intenso dolor y acompañada por San Juan Evangelista, se pasea bajo su rico palio, varales de plata, palio, manto bordado en oro, y con toda su candeleria encendida, componiendo una autentica joya que deslumbra y embarga de emoción a todo el que asiste a su paso por las calles de Sevilla. 
          Emotivo es ver el “paso” de la Virgen de la Amargura en la calle, pero fijarse en los pequeños detalles es complicado, en muchos sitios las “bullas” no te permiten acercarte suficientemente. 
          Por ello aconsejo, que vengáis a las dependencias de la Hermandad, aquí tranquilamente, ante las vitrinas expositoras podéis deleitaros con la magnificencia de mantos, túnicas, sayas, palio, varales, candelaria, cruz de guía, banderas y otros enseres dignos de admiración.
         

                                     

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