MURILLO
Y LOS CAPUCHINOS.
MUSEO
DE BELLAS ARTES DE SEVILLA.
Ha
terminado el mes de Noviembre, y con él mis paseos por el Cementerio[i],
a partir de hoy voy a dedicar unos días a visitar el Museo.
Me encuentro en la Sala V, contemplando los óleos que entre
los años 1665 a 1668 y en plena madurez artística, pintara Murillo para los
diversos altares de la iglesia del Convento de Capuchinos de Sevilla, obras que
se pueden considerar por su gran calidad, como una de las series más importantes de su producción religiosa.
Entre los diecisietes que se exponen, se
encuentran la famosa Virgen de la Servilleta, Santa Justa y Rufina, la
Inmaculada con el Padre Eterno y la del Coro o la Niña.
MUSEO. RETABLO MAYOR DE LOS CAPUCHINOS CON LA
INMACULADA LA COLOSAL.
En la
foto vemos el retablo del Altar Mayor, con los mismos cuadros y disposición que
tuvieron en la iglesia del Convento de Capuchinos, CON UNA DESTACADA VARIANTE, el gran cuadro central de la Inmaculada, no es el que
Murillo creara para este retablo, el primitivo para ocupar este lugar, fue el titulado
“el Jubileo de la Porciúncula” que
desde el siglo XIX se encuentra fuera de nuestras fronteras.
Aquí,
ante ellos, pienso en los motivos para el cambio de cuadros, y en el calvario que
pasaron desde 1810 en que estuvieron a punto de ser expropiadas por el Mariscal
Soult[ii],
hasta 1840 en que llegaron a este Museo.
Me
explico, los franceses que ocuparon nuestra ciudad entre 1810 y 1812 se
dedicaron a expropiar de iglesias y conventos toda clase de obras artísticas,
siendo en pintura las más codiciadas las de Murillo.
Estas
pinturas capuchinas pudieron ser salvadas de la rapiña francesa al ser enviadas
a Gibraltar, retirados los franceses, las pinturas algunas en muy mal estado
volvieron al convento, donde fueron restauradas por el pintor sevillano Joaquín
Bejarano, los frailes le pagaron su trabajo con el cuadro “el Jubileo de la
Porciúncula”, que fue vendido hasta llegar al Museo de Colonia, donde se
encuentra.
En
1835 por la desamortización de Mendizábal los cuadros pasaron a la propiedad
del Estado, sufriendo varios traslados, hasta llegar definitivamente al Museo
en 1840.
INMACULADA LA GRANDE O LA COLOSAL.
Aquí,
ese mismo año, la falta del cuadro de “la Porciúncula”, se sustituye por la
Inmaculada conocida como “la Grande” o “la Colosal” que Murillo pintara no para
los capuchinos, sino para el desaparecido convento de San Francisco.
Y
desde entonces podemos admirar en nuestra pinacoteca, junto a los cuadros
capuchinos, esta hermosa Inmaculada.
[i] SOBRE EL
CEMENTERIO HE PUBLICADO EN NOVIEMBRE 2015: EL PANTEON DEL PINTOR JOSE VILLEGAS
CORDERO; MAUSOLEOS DEL CEMENTERIO; GERTRUDIS GOMEZ DE AVELLANEDA Y PANTEON 61 HEROES GUERRA 1859-60.
[ii] SOBRE LA
EXPOLIACIÓN,DESAMORTIZACIONES Y REVOLUCIÓN 1868 VÉASE EN ESTE BLOG: PERDIDAS DEL PATRIMONIO
SEVILLANO PUBLICADO EL 17-03-2014.
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