domingo, 20 de julio de 2014

LA IGLESIA DE SAN VICENTE.

LA IGLESIA DE SAN VICENTE.
       La leyenda de esta iglesia, sitúa su creación como basílica cristiana, nada menos que a principios del siglo IV en época visigoda.
          De esta fundación legendaria, no hay pruebas documentales que lo confirmen, sí es más cierto que fue una de las veinticincos parroquias en que dividió la ciudad tras la Reconquista el Obispo Don Remondo, y el estudio arquitectónico del inmueble nos dice que fue edificada en el siglo XV en el estilo gótico-mudéjar.
          En la actualidad se encuentra muy modificada por las reformas de los siglos XVIII y XIX.

                                                    PORTADA RENACENTISTA.
          El día que paseo ante esta iglesia de San Vicente Mártir, la encuentra cerrada, por tanto voy a dar una vuelta por el exterior, que también tiene muchas cosas interesantes de ver.
          A la calle Cardenal Cisneros se abre una portada renacentista, sobre el dintel en un frontón triangular, un artístico relieve  con la figura del padre eterno y el lema DOMUS DEI ET PORTAL COELI= Puerta de la Casa de Dios, Puerta del Cielo.
          En la fachada a un lado de esta portada,  una lápida de mármol en castellano antiguo, nos cuenta varias leyendas, una nos dice: que según la tradición este templo se fundó sobre el año 300; otra que el rey de las vándalos Gunderico en el año 426 intentó profanarlo y robar sus riquezas, siendo muerto violentamente por el demonio; y otra hace referencia a la muerte y tránsito de San Isidoro.      
          Los sucesos que narra esta lápida, difícilmente pudieron haber sucedido, al estar fechada la construcción de este templo en el siglo XV, por tanto se quedan en unas curiosas e interesantes tradiciones legendarias.
          Los vándalos al mando de Gunderico  llegaron a Sevilla en el año 426, si bien no saquearon esta iglesia, sí desbastaron y asolaron la ciudad, dejándonos la lamentable herencia del término vandalismo= aptitud o inclinación a cometer acciones destructivas sin consideración alguna hacia los demás.
          Al otro lado de esta puerta un hermoso retablo de azulejos dedicado a Jesús de las Penas.
          Seguimos hacia la calle San Vicente donde se encuentra la portada de los pies del templo, uno de los pocos restos que quedan de su construcción gótico-mudéjar. 
          En esta parte se alza la torre campanario, sí miramos hacia arriba, veremos que está rematada con una airosa veleta que lleva la figura de un cuervo con un garfio en el pico, símbolo del martirio de San Vicente.
          La leyenda sobre este Santo, nos dice que por no renunciar a su religión católica, fue martirizado hasta morir, y sus restos arrojados a un basurero para que fueran pasto de los animales salvajes, un cuervo se posó sobre el cadáver impidiendo que fuese devorado. Por este motivo se suele representar con un cuervo.  
          Damos la vuelta  hasta la plaza de Doña Teresa Enríquez, donde nos paramos ante la artística ventana de la capilla Sacramental que se remata con una custodia.
          En esta plaza, donde termino el recorrido de hoy, se encuentra  otra portada de acceso al templo realizada en ladrillos con arco de medio punto.
          Al estar cerrada la iglesia, la visita al interior la dejo para mejor ocasión, recordando que este templo es la sede de las Hermandades de las Penas y de las Siete Palabras, que procesionan el Lunes y Miércoles Santo respectivamente.

           


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