Llevo unos días por la Resolana recordando las historias y
leyendas que nos contaba la abuela, hoy lejos de su recuerdo, voy a pasear por
las calles del Arrabal de la Macarena.
Me encuentro en el Arrabal más antiguo de Sevilla, proviene
de la época romana. A lo largo de los siglos fue muy importante y extenso. Durante
al asedio de Fernando III El Santo a la ciudad en la Reconquista de 1248, para poder
someter al Arrabal, tuvo que dedicar una parte importante de sus tropas, que después
de grandes luchas lo destruyeron completamente.
Tras la Reconquista se dieron pequeños lotes de terreno a
distintos personajes, que luego progresivamente fueron abandonados o vendidos y
transformados en huertas.
Parte de estas huertas fueron más tarde adquiridas por Doña
Catalina de Ribera y su hijo Don Fadrique Enríquez de Ribera para la
construcción del Hospital de las Cinco Llagas, volviéndose a levantar el
Arrabal en el siglo XVI, para alojamiento de los trabajadores de este enorme
edificio.
Estamos en el siglo
XXI y el barrio de la Macarena se ha extendido considerablemente, formando
parte de él se encuentran las callejuelas del antiguo arrabal. Por ellas nos
hemos introducidos, observando que son iguales de estrechas que antaño, pero
sin el encanto y alegría que le daban los corrales de vecinos y sus gentes.
Por ello creo que hoy, lo más interesante del arrabal
macareno, son los nombres a quienes están dedicadas sus calles, y a ellos vamos
a dedicar estas líneas.
Las calles Don
Fadrique y Resolana que limitan el arrabal, ya las conocemos, por lo que vamos
empezar el paseo por la:
Calle Carranza: Desde Resolana llega en ángulo hasta Don
Fadrique, el nombre se cree[1]
que es por el noble sevillano Don Jerónimo de Carranza, caballero de la Orden
de Cristo, que fue en 1589 Gobernador de Honduras, de regreso a la patria,
escribió el libro De la Filosofía de las Armas, de su destreza y defensión
cristiana.
Calle Jaira: lleva este nombre por una princesa mora, con
fama de hermosa, que tenía cerca de aquí una huerta de recreo. Antes calle de
los Mosquitos.
Calle Monederos: Conocida desde mediados del XVII con este
nombre, no se sabe el porqué, es creencia de que en ella pudieron vivir trabajadores
de la Fabrica de Monedas, pasando por esta calle llegamos a la de:
Esperanza. Por la Virgen de la Esperanza Macarena,
aquí no hay nada que añadir, el nombre
lo dice todo, solo diré que antiguamente se conocía como Limones.
Calle Torrigiano: Con anterioridad se conoció como Horno de
la Resolana.
El nombre en recuerdo de Pedro Torrigiano, escultor (nacido
en Florencia en 1472 y fallecido en Sevilla en 1528).
Su vida fue muy azarosa,
tras residir en Londres y Granada se afincó en Sevilla, muchas y hermosas obras
salieron de sus manos mientras vivió en la ciudad, pero la última le llevaría a
las cárceles de la Inquisición y a su muerte.
Aunque vivió en Sevilla no es seguro que viviera en la
calle que lleva su nombre, ni que muriera en los calabozos de la Inquisición[2].
Una de sus más importantes obras, la
escultura de San Jerónimo, que realizara para este Monasterio, se encuentra en
el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Calle Adelantado, antiguamente de la
Haza, el nombre de Adelantado es en recuerdo del Adelantado Mayor de Andalucía
Don Fadrique Henríquez de Rivera, promotor junto a su madre Doña Catalina de
Rivera de la Fundación del Hospital de las Cinco Llagas y constructor del
edificio de la Casa de Pilatos. Esta calle forma un ángulo recto, y parte desde
la Resolana hasta la calle Perafan de Ribera, uniendo a dos miembros de la familia
Ribera, tatarabuelo con tataranieto.
Calle Perafan de Ribera. Se encuentra el final de la
Resolana, de trazado muy irregular, era un antiguo camino rural que iba desde
la Puerta de la Barqueta hasta la calle Don Fadrique. Aunque hubo tres Perafan
de Ribera, esta calle es en recuerdo de Perafan de Ribera “el viejo” primero de
su linaje que recibe el titulo de
Adelantado de Andalucía. Falleció en 1423 a la edad de 105 años. Fue
mecenas del Monasterio de la Cartuja, donde se encuentra enterrado al igual que
otros miembros de la familia Ribera.
Nos queda una calle por nombrar, la denominada actualmente
Parlamento de Andalucía, cuyo antiguo nombre era Andueza, calle formada desde el siglo XVI por unos unos grupos de
viviendas al lado de la Puerta de la Macarena, frente al Hospital y delante de
las murallas, dedicada a la memoria de
Don Vicente de Torres y Andueza que había donado un legajo económico
cuantiosísimo para las obras del hospital.
Aquí finalizo el paseo por las calles del antiguo Arrabal de
la Macarena, mañana me voy a pasar por el Museo, a ver las obras de Torrigiano.
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