LA
VIRGEN Y LA LEYENDA DEL RELOJ.
He leído y escuchado en muchas ocasiones esta leyenda donde
el Hospital y la Hermandad de la Esperanza, permutan una imagen de la Virgen
por un reloj, de todas las versiones la mejor, la de la abuela.
El día que nos la contó, nos llevó al Campo del Hospital
diciendo, aquí estamos más cerca de donde se produjo esta historia, que
comienza así:
Se cuenta en una antigua leyenda titulada: “La Virgen y el
reloj” que en el Hospital de la Sangre, ingresó un hombre con una grave
enfermedad de la que murió a los pocos días, era un comerciante afincado con su
familia en algún lugar de Sudamérica, su estancia en Sevilla era para resolver
algunos de sus negocios.
De familia cristiana y muy devota, encargó en el taller de
un famoso imaginero la imagen de una Virgen Dolorosa con la intención de
llevarla consigo a la ciudad donde vivía.
Murió sin poder cumplir sus deseos, al no dejar testamento y
desconocerse el paradero de su familia, no se le pudo enviar la imagen, que quedó en
el Hospital, sin saberse que hacer con Ella, ya que en la Iglesia no había
capilla libre donde alojarla.
La Hermandad de la Macarena necesitaba una Virgen para titular
de la Corporación, y poseía fruto de una donación, un reloj de pared que no
utilizaba.
La leyenda afirma que el Hospital cambió la Virgen por este
reloj, con la condición de que el pacto se anularía, sí la Virgen por cualquier
motivo entrase en el Hospital.
Pasaron años, [1]“en
1846 los oficiales de la Hermandad dispusieron que la cofradía entrara en el
Hospital, y así lo hizo el cuerpo de nazarenos y el paso de la Sentencia, más
al intentar la entrada el paso de la Virgen, el numeroso público allí reunido,
se alborotó, prorrumpiendo en tales voces y amenazas. Temiéndose un conflicto,
que en realidad lo hay, si la Virgen hubiese continuado adelante, la cofradía
retrocedió sin pisar el paso de la Señora los umbrales de la puerta del
Hospital”.
Años más tarde, en varias ocasiones, la Virgen entró en el
Hospital a visitar a los enfermos, volviendo a salir sin problemas, al parecer
el pacto de la leyenda estaba olvidado.
Aquí termino de contaros la leyenda del reloj, pero, esta
historia pudo haber sido de otra manera, que de solo pensarlo me dan
escalofríos. Imaginaos por un momento, que aquel hombre enfermo y propietario
de la imagen, se hubiese curado y no haber muerto. Lo primero que haría es
coger el equipaje y a su Virgen y marcharse a su lejana residencia en el Nuevo Mundo.
¿Qué pasaría entonces en la Hermandad? ¿Y con la Macarena? Lo
más previsible que otra imagen y no la que vemos actualmente, sería la titulada
como Esperanza Macarena.
Lo que sí es seguro, que la Semana Santa sin aquella Virgen
no sería la misma.
Pero no, esto no pudo suceder, el hombre y su Virgen es
pura leyenda, la Virgen Macarena venerada universalmente, aunque de autor
desconocido, tuvo que ser encargada por la Hermandad, a uno de los mejores
imagineros del Siglo de Oro, aunque no haya documentos que lo prueben.
Mañana os contaré una historia muy interesante, cuyo asunto
que no tiene nada que ver con la imagen macarena.
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