sábado, 15 de febrero de 2014

LA VIRGEN Y LA LEYENDA DEL RELOJ


LA VIRGEN Y LA LEYENDA DEL RELOJ.
         
          He leído y escuchado en muchas ocasiones esta leyenda donde el Hospital y la Hermandad de la Esperanza, permutan una imagen de la Virgen por un reloj, de todas las versiones la mejor, la de la abuela.
          El día que nos la contó, nos llevó al Campo del Hospital diciendo, aquí estamos más cerca de donde se produjo esta historia, que comienza así:
          Se cuenta en una antigua leyenda titulada: “La Virgen y el reloj” que en el Hospital de la Sangre, ingresó un hombre con una grave enfermedad de la que murió a los pocos días, era un comerciante afincado con su familia en algún lugar de Sudamérica, su estancia en Sevilla era para resolver algunos de sus negocios.
          De familia cristiana y muy devota, encargó en el taller de un famoso imaginero la imagen de una Virgen Dolorosa con la intención de llevarla consigo a la ciudad donde vivía.
          Murió sin poder cumplir sus deseos, al no dejar testamento y desconocerse el paradero de su familia,  no se le pudo enviar la imagen, que quedó en el Hospital, sin saberse que hacer con Ella, ya que en la Iglesia no había capilla libre donde alojarla.
          La Hermandad de la Macarena necesitaba una Virgen para titular de la Corporación, y poseía fruto de una donación, un reloj de pared que no utilizaba.
          La leyenda afirma que el Hospital cambió la Virgen por este reloj, con la condición de que el pacto se anularía, sí la Virgen por cualquier motivo entrase en el Hospital.
          Pasaron años, [1]“en 1846 los oficiales de la Hermandad dispusieron que la cofradía entrara en el Hospital, y así lo hizo el cuerpo de nazarenos y el paso de la Sentencia, más al intentar la entrada el paso de la Virgen, el numeroso público allí reunido, se alborotó, prorrumpiendo en tales voces y amenazas. Temiéndose un conflicto, que en realidad lo hay, si la Virgen hubiese continuado adelante, la cofradía retrocedió sin pisar el paso de la Señora los umbrales de la puerta del Hospital”.
          Años más tarde, en varias ocasiones, la Virgen entró en el Hospital a visitar a los enfermos, volviendo a salir sin problemas, al parecer el pacto de la leyenda estaba olvidado.
         
          Aquí termino de contaros la leyenda del reloj, pero, esta historia pudo haber sido de otra manera, que de solo pensarlo me dan escalofríos. Imaginaos por un momento, que aquel hombre enfermo y propietario de la imagen, se hubiese curado y no haber muerto. Lo primero que haría es coger el equipaje y a su Virgen y marcharse  a su lejana residencia en el Nuevo Mundo.
          ¿Qué pasaría entonces en la Hermandad? ¿Y con la Macarena? Lo más previsible que otra imagen y no la que vemos actualmente, sería la titulada como Esperanza Macarena.
          Lo que sí es seguro, que la Semana Santa sin aquella Virgen no sería la misma.
          Pero no, esto no pudo suceder, el hombre y su Virgen es pura leyenda, la Virgen Macarena venerada universalmente, aunque de autor desconocido, tuvo que ser encargada por la Hermandad, a uno de los mejores imagineros del Siglo de Oro, aunque no haya documentos que lo prueben.
          Mañana os contaré una historia muy interesante, cuyo asunto que no tiene nada que ver con la imagen macarena.
         






[1]  DON JOSÉ BERMEJO Y CARBALLO GLORIAS RELIGIOSAS DE SEVILLA. 1882.

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