Esta plaza, una de las más bonitas de
Sevilla, está situada a espaldas de la iglesia de San Marcos, es recoleta y muy
agradable por su ambiente de quietud y tranquilidad, que le dan los conventos cercanos.
Me
siento en unos de sus bancos a disfrutar de tan bello entorno, sobre mi cabeza
las ramas de los granados me dan sombra, el azahar deja su perfume en el aire,
el agua de la fuente canta mientras cae en la taza, unas palomas beben y otras
revolotean por la plaza.
Mis ojos, en esta paz, no se cansan de
contemplar la magnífica portada del convento de Santa Isabel, a la que
franquean dos altos olmos.
PLAZA DE SANTA
ISABEL.
Es obra de Alonso de Valdelvira de
1609, en piedra y de estilo renacentista, a los lados dos pares de columnas
estriadas, entre las que se disponen cuatro hornacinas vacías.
Se remata con un esplendido altorrelieve,
muy deteriorado, realizado por Andrés de Ocampo[1],
cuyo grupo escultórico de siete figuras representa la Visitación de la Virgen a
su prima Santa Isabel, destacan las figuras de la Virgen con un amplio manto, y
la de Santa Isabel que hace una genuflexión.
El convento de Santa Isabel fue fundado en 1490 para la Orden de religiosas
de San Juan, la espadaña que se alza sobre la plaza, ostenta la cruz de la
Orden.
Con la desamortización de 1835 estas
monjas fueron exclaustradas, pasando a ser cárcel de mujeres, posteriormente fue
reformatorio femenino, conocido
popularmente como Casa de las Arrepentidas.
Desde 1869 es sede de la congregación
de religiosas filipenses, que fundara la Madre María de los Dolores Márquez,
dedicada a la enseñanza.
La Orden desarrolla una obra social
muy importante, con el cuidado, protección y acogida de menores y de mujeres
maltratadas.
Además por una ventana de su acogedor
compás, presidido por un paño de cerámica de la Madre María Dolores, se
reparten diariamente entre los necesitados, más de trescientos bocadillos.
MADRE
MARIA DOLORES MARQUEZ.
La iglesia, a la que accedemos por el patio que da a la
calle Hiniesta, guarda un gran patrimonio en obras de arte, incluso a pesar de
las pinturas que se perdieron al ser expoliadas por los franceses.
El retablo mayor, que preside una
Dolorosa, es obra de Juan de Mesa, de este mismo escultor es el Cristo de las
Misericordias.
Otros retablos realizados por Juan de
Oviedo y Martínez Montañés, además de pinturas entre las que destacan las de
Juan del Castillo se reparten por el templo.
En el coro bajo se encuentran
enterrados los cuerpos de la Madre María Dolores Márquez y del promotor de la
fundación, el Padre Francisco García Tejero.
Vista la iglesia, salgo a la calle
Hiniesta desde donde caminaré hasta San Julián y por la Ronda llegar a la
Macarena para terminar el paseo de hoy.
No me he olvidado de la iglesia de San
Marcos, la visita la dejo para dentro de uno días.
[1] ANDRÉS DE OCAMPO 1550-1623 ESCULTOR
JIENNENSE, RESIDIÓ Y REALIZÓ SU MAYOR PRODUCCIÓN EN SEVILLA, ES AUTOR ENTRE
OTRAS MUCHAS OBRAS DEL CRISTO DE LA FUNDACION DE LA HERMANDAD DE LOS NEGRITOS.
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