viernes, 14 de marzo de 2014

IGLESIA DE SANTA LUCIA



          Muy cerca de la Casa natal de Santa Ángela de la Cruz, se encuentra  la que fuera iglesia de Santa Lucía.
        Cuantas veces hemos pasado indiferentes, sin prestar la más mínima atención a este templo. No pensamos, que fue una de las 24 parroquias o collaciones, en que dividió la ciudad el arzobispo Don Remondo, a raíz de la reconquista en 1248 por Fernando III.
          Iglesia fernandina, reconstruida en el siglo XIV en estilo gótico-mudéjar, formó parte del patrimonio histórico-religioso-cultural, hasta lamentablemente el año 1868, cuando la Junta Revolucionaria la cerró al culto religioso.


SANTA LUCÍA ACTUAL SIN TORRE Y SIN LA PORTADA GÓTICO MUDEJAR.
          A partir de aquí,  pasó ruinas y abandono, siendo dedicada a diversas actividades, almacénes, fabrica de fosforo, con la perdida de los techos se utilizó como cine de verano.
          Fue tan grave el maltrato del edificio, que en estado ruinoso perdió la torre mudéjar, que solo podemos conocer por antiguas fotografías.
          Actualmente se encuentra ubicado en ella, el Centro de documentación de las Artes Escénicas de la Junta de Andalucía.
           Gran parte de su patrimonio pasó a la Parroquia de San Julián, bienes que se perdieron en el incendio que sufrió esta iglesia en 1932, salvándose del fuego tan solo la imagen de la Inmaculada Concepción atribuida al escultor Alonso Cano.
Por fortuna, tan bien se libraron del expolio dos piezas muy importantes: la pila bautismal donde recibió el bautismo Madre Ángela, que se puede ver en la casa número 5 de la calle Santa Lucía y la portada principal gótico-mudéjar, que fue colocada en la iglesia de Santa Catalina por mediación de  Don Rafael González-Abreu.[1]
          Los atentados cometidos al patrimonio histórico y cultural en el siglo XIX no fue solo a este templo, fueron por desgracia innumerables, sin ir muy lejos, cerca de aquí, la Puerta del Sol y la parte de murallas que la unía a la Puerta de Córdoba, se perdieron al ser derribadas en 1871.
          Fue un siglo tan nefasto en cuanto a pérdidas de riquezas artísticas y arqueológicas, que el próximo escrito lo voy a dedicar a ese patrimonio perdido y a sus causas.



[1] Rafael González Abreu, nacido en Santa Clara de Cuba en 1864, y fallecido en Sevilla en 1933 fue un mecenas cubano, afincado en Sevilla y amante de la ciudad, compró diversos edificios religiosos destinados a la piqueta del derribo. Uno de ellos fue el exconvento carmelita de los Remedios donde fundó el Instituto de Estudios Hispano-Cubano, también se hizo con las huertas del exconvento dominico de San Pablo, actual iglesia de la Magdalena, para cedérselas al ayuntamiento que las urbanizó creando varias calles, a una de ellas en 1920 se le puso su nombre.
La portada principal de la iglesia de Santa Catalina perteneció a la Iglesia de Santa Lucía y fue donada por él.  Su colección de obras de artes las donó al Museo de Bellas Artes de Sevilla. El rey Alfonso XIII le concedió el titulo de Vizconde de los Remedios.



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