Ayer recordaba al
siglo XIX, como nefasto por los muchos atentados y perdidas que causó al
patrimonio artístico, cultural y arqueológico sevillano.
En la iglesia de
Santa Lucía cerrada por la Revolución de 1868, hemos tenido una pequeña
muestra.
Escribo a principios
del siglo XXI y muchos de sus conventos, iglesias, edificios monumentales, obras
de arte, murallas y puertas de la ciudad hoy no existen, algunos derribados en
pro del mal llamado “progreso” que ocultaba la especulación del suelo, otros sencillamente
fueron robados, y otros perdidos por la irresponsabilidad de las autoridades.
Algunos,
con mejor suerte no se derribaron, pero fueron incautados pasando a manos de
particulares que establecieron en ellos sus almacenes y fabricas, para lo cual
los mutilaron con derribos parciales.
Tanto
de los derribados, como los que no lo fueron, las pérdidas artísticas fueron irreparables
e incalculables.
Son tres los factores históricos, además de
la desidia de las autoridades, causantes de tan grave atentado al patrimonio
sevillano, y estos fueron en orden cronológico: La invasión francesa en los
años 1810 a
1812, las Desamortizaciones de Mendizábal 1835 y Madoz 1855, y la Revolución de
Septiembre de 1868.
EL EXPOLIO FRANCÉS.
La expulsión de los franceses costó mucha sangre al pueblo español, pero no se
fueron con las manos vacías, sus generales realizaron un autentico saqueo de
obras de arte por todo el país.
Aquí,
en nuestra ciudad no fue menos, entre el
1 de Febrero de 1810 que entraron hasta el 27 de Agosto de 1812 que se
marcharon, cometieron grandes despojos en nuestro patrimonio artístico.
Numerosos conventos e iglesias se derribaron o sirvieron para cuarteles de sus
tropas después de ser despojados de sus riquezas. Entre las pinturas, aunque robaron de varios artistas,
prefirieron las de Murillo.
En diversas salas de los Reales Alcázares
reunieron cerca de 1000 obras que habían confiscado, pinturas de Murillo,
Velázquez, Roelas, Pacheco, Valdés Leal, y Alonso Cano entre otros, de las que
se llevaron la mitad aproximadamente, algunas se recuperaron y se pueden
admirar en el Museo del Prado en Madrid o en el de Bellas Artes de Sevilla,
otras están repartidas por museos y colecciones privadas de todo el mundo.
El Mariscal Soult nombrado por Bonaparte Gobernador de
Andalucía fue tristemente famoso por su rapacidad, llegó a
formar con sus irregulares procedimientos de rapiña, una excepcional colección de
pintura española, posiblemente la más importante colección privada jamás reunida.
LAS
DESAMORTIZACIONES.
En 1835,
Desamortización de Mendizábal, se firma
el decreto de suspensión de los conventos con menos de 12 religiosos, pero se
buscaron pretextos para poder suprimir otros más numerosos.
1855
Desamortización de Madoz.
Las leyes de
desamortización consistieron en enajenar los bienes de las Órdenes Religiosas,
llamados “manos muertas” pronto se convirtió,
en una malversación del patrimonio de muchas de estas entidades
religiosas.
LA REVOLUCIÓN DE
1868.
La Revolución de septiembre
de 1868 fue un levantamiento que supuso el destronamiento de la reina Isabel II, las Juntas
Revolucionarias proclamaron una serie de medidas y libertades, además en pro de
la modernidad, se derribaron, murallas y puertas (no todas algunas habían sido
derribadas años antes) al ser consideradas inservibles y molestas.
Como consecuencia
de su anticlericalismo y por el apoyo de la iglesia a la monarquía, se ordena el
derribo, la supresión o el cierre de algunas parroquias y edificios religiosos.
En estas pocas líneas
he intentado reflejar, una visión de los atentados y expolios al patrimonio sevillano,
de aquel siglo XIX. Casos como
este de Santa Lucía y aún peores, los
voy a encontrar en mi deambular por
Sevilla, de ellos llegado el momento, contaré lo que sepa, pero ahora mi
intención es haber hecho un repaso
general.
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