viernes, 22 de febrero de 2019

LA PLAZA DE DOÑA ELVIRA.


LA PLAZA DE DOÑA ELVIRA.


          Me encuentro en esta bella plaza, con fuente, naranjos, parterres de flores y bancos de cerámica, a la que he llegado desde el Patio de Banderas y pasando por las calles Judería y Vida.  


          Sabemos que esta plaza y calles adyacentes pertenecieron al barrio judío sevillano, pero ¿Quién fue Doña Elvira? Y porque lleva su nombre esta plaza?

          Veamos: A poco de la Reconquista de Sevilla en 1248 por el Rey San Fernando, a los judíos se le asigna un lugar separado de la ciudad por una muralla, espacio que comprendía los actuales barrios de Santa Cruz y de San Bartolomé.

          En aquellos tiempos a periodos de tolerancia religiosa entre las religiones musulmanas, judía y cristiana, siguieron otros de intolerancia y persecuciones y sobretodo progromos[i] contra los judíos.

          1391 fue clave para lo que nos interesa en este escrito, la muchedumbre exaltada y furiosa con los judíos, a ellos se le achacaban todos los males que padecía la ciudad, asaltan la aljama, saqueándola, incendiándola y asesinando más de 4.000 judíos, prácticamente la judería sevillana dejó de existir. Sus solares e inmuebles fueron donados a favoritos del monarca Enrique III, al Canciller Don Pedro López de Ayala fueron concedidos estos terrenos por donde paseo, y que en su día fueron heredados por su hija Doña Elvira.

          Con el tiempo en este espacio se levantó el famoso Corral de Comedias Doña Elvira, en el que se representaron obras de Cervantes, Lope de Vega y otros escritores del  siglo de oro.

          Definitivamente a la plaza ya remodelada en 1845 se le dio el nombre de Doña Elvira.


         


PLACA DE CERAMICA SITUADA EN LA FACHADA  DONDE SEGÚN LA TRADICIÓN ESTUVO

LA CASA SOLARIEGA DE  DON GONZALO DE ULLOA.

          Siendo esta plaza un de las más turísticas de este barrio  de leyendas, no hay una vez que pases por ella que no esté llena de turistas que embelesados escuchan  las historias y tradiciones que el guía turísticos les cuenta, como que en una vivienda de esta plaza, según la placa cuya foto  se adjunta, estuvo la casa solariega  del Comendador de Calatrava Don Gonzalo de Ulloa y su hija Doña Inés, personajes del inmortal drama el Don Juan Tenorio de Don José Zorrilla.

          Permitirme unas líneas sobre esta obra, Don Gonzalo fallece de un balazo a manos de Tenorio que para no ser apresado huye al exilio, cuando varios años más tarde regresa a Sevilla, encuentra que la casa-palacio que fuera de su padre se ha convertido en un panteón funerario  y sobre sus respectivas tumbas se levantan las estatuas de Don Luis Mejías, del Comendador y de su amada Doña Inés, cuyas sombras se le aparecen.

          Don Juan muere en su casa en una disputa con el Capitán Centellas, ya muerto llega el espectro  del Don Gonzalo para llevarlo al infierno, pero intercede la sombra de Doña Inés y arrepentido de sus pecados recibe el perdón divino y sube al cielo en compañía de ella que le dice:

Heme ya aquí

 Don Juan, mi mano asegura

esta mano que a la altura

tendió tu contrito afán,

y Dios perdona a Don Juan

al pie de mi sepultura.

         

          Con estos versos del Tenorio termina mi visita a esta plaza, y sigo el paseo hacia la cercana calle  dedicada a la judía Susona.







[i] PROGROM : LINCHAMIENTO ESPONTÁNEO O PREMEDITADO DE UN GRUPO ETNICO O RELIGIOSO ACOMPAÑADO DEL EXPOLIO O DESTRUCCIÓN  DE TODOS SUS BIENES E INMUEBLES. EL TÉRMINO SE HA APLICADO EN PARTICULAR PARA LOS ACTOS VIOLENTOS CONTRA LOS JUDÍOS.

miércoles, 13 de febrero de 2019

EL BARRIO DE SANTA CRUZ.


EL BARRIO DE SANTA CRUZ.

ANTIGUO BARRIO JUDIO.



BARRIO DE SANTA CRUZ. CALLE JUDERIA.



OTRA VISTA DE LA CALLE JUDERIA.

          Cruzando el Patio de Banderas entro en la calle Judería, por donde voy a iniciar un recorrido de varios días por el Barrio de Santa Cruz[i].

          Este barrio, universalmente conocido y visitado por miles de turistas, formó parte de la Judería medieval, estando a pique de ser derribado en el siglo XX,  afortunadamente por iniciativa del Marqués de la Vega Inclán fue remodelado y salvado de la picota.

          Una lápida de mármol, dedicada a su memoria y colocada por el ayuntamiento en 1968 en el Callejón del Agua, nos recuerda que entre otros logros fue el promotor de la admirable urbanización de este barrio de Santa Cruz

          Por su iniciativa se desarrollaron unos amplios planes urbanísticos, comprendiendo la pavimentaron de sus calles con ladrillos y la instalación del alumbrado, la dotó de jardines, se colocó la Cruz de la Cerrajería en la Plaza de Santa Cruz, se levantaron casas con patios sevillanos de cancela, columnas, fuentes y macetas de flores, y eso sí, conservando sus calles estrechas y recoletas con nombres que evocan tradiciones y leyendas.

          El acierto fue conseguir el barrio actual moderno, sin olvidar lo tradicional y antiguo, que hoy al pasear por sus calles nos llena los sentidos de unas bellezas que cautivan.



A WASHINGTON IRVING EN RECUERDO DE SU AMOR A ESPAÑA.

SITUADA CALLEJON DEL AGUA.

          Un barrio tan legendario, que para artistas y escritores de diversos países que nos visitaban, era de obligado cumplimiento el pasear por sus calles, incluso hospedarse en él, como es el caso del escritor Washington Irving autor de los admirables Cuentos de la Alhambra, y que una placa de bronce realizada por Mariano Benlliure en 1925, nos recuerda su amor no solo a Sevilla sino a toda España.

          Después de estas breves líneas, voy a iniciar el recorrido mezclado entre la multitud de turistas que lo invaden, transitaré de acá para allá, sin rumbo fijo ni preconcebido, para disfrutar plenamente de su encanto.





[i]  SOBRE EL BARRIO DE SANTA CUZ HAY UN INTERESANTE LIBRO DE MARIA JOSE GUERRERO MARTINEZ. EDITORIAL EVEREST. COLECCIÓN HISPANICA.

martes, 5 de febrero de 2019

EL PATIO DE BANDERAS.


 EL PATIO DE BANDERAS.



          Desde la Plaza del Triunfo, pasando por el arco de la foto y contemplado el retablo de la Virgen de la Concepción, he llegado hasta el Patio de Bandera, espacio cerrado en  forma de plaza arbolada con naranjos y dentro de las murallas del Alcázar.

          La escritora Fernán Caballero[i], que vivió varios años en una de las casas de este Patio, nos dice en su obra el Alcázar de Sevilla: “cuanto sobre el origen de este sonoro nombre hemos podido averiguar, reducese a que es debido a un haz de banderas que sobre la puerta hubo en otros tiempos pintados al fresco”, la pintura con el paso del tiempo desapareció y en su lugar hoy  vemos un azulejo con el escudo real.



PORTADA DEL APEADERO.

          Ni que decir tiene que el edificio más importante de este antiguo Patio de Armas formando parte de los Reales Alcázares, es el Apeadero para caballos construido por Felipe III y ampliado para Armería Real por Felipe V tal y como se lee en la lápida de mármol que luce sobre la portada.   

        Paseamos por la plaza y en la parte central, oculta bajo nuestros pies, se encuentra una cripta con importantes hallazgos arqueológicos de la edad del Bronce, romanos, paleocristianos e islámicos, que nos hablan de un largo periodo de asentamientos humanos que van desde el siglo VIII a. de C. al XII d. de Cristo de la Historia de Sevilla[ii].

       Por desgracia el Ayuntamiento en 2013 debido a motivos presupuestarios, decide aplazar el proyecto de convertir estos descubrimientos en una cripta museística visitable al público, hasta mejores tiempos económicos.

      La cripta hoy cubierta y protegida bajo el albero de la plaza, nos aguarda a que en un futuro esperemos que cercano, podamos bajar a ella y ver como vivían nuestros antiguos paisanos.

     Al fondo de este Patio de Banderas se encuentra la calle Judería, callejón por donde entraré en el barrio de Santa Cruz y pasearé durante varios días.



[i]  SEUDONIMO  DE LA ESCRITORA ESPAÑOLA AFINCADA EN SEVILLA CECILIA BOHL DE FABER ( SUIZA 1798-SEVILLA1877).

[ii]  EL INTERESADO EN UN MAYOR CONOCIMIENTO  DE ESTOS RESTOS ARQUEOLOGICOS PUEDE CONSULTAR EL ARTICULO  DE FRANCISCO REINA FERNANDEZ-TRUJILLO EN LA REVISTA PH INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Nª 93 FEBRERO 2018 PÁGINAS 96-121.