LA CALLE LEVÍES.
Calle
espina dorsal y
de las más importantes del
Barrio de San Bartolomé,
con su
trazado irregular formando ángulos, atraviesa
al barrio
de una punta a la
otra.
En
esta calle se
encuentra el magnifico palacio renacentista donde naciera el ilustre
filántropo
Don Miguel de Mañara.
Seguimos,
y en una de sus fachadas un azulejo nos informa que en dicha
casa el 24 de Octubre de 1890 nació el ilustre escritor e
historiador Don Santiago Montoto.
Muy
cerca se encuentra
la famosa CARBONERÍA sala de espectaculos artísticos y culturales, declarada
Bien de Interés Cultural y Etnológico, a
la que se accede
por la calle Cespedes.
Muchos
siglos antes, en
esta vía
por la que
estamos paseando, estuvo el
palacio de la
poderosa y noble familia judía de los Levíes, linaje
que desde el
siglo XV da
su nombre a la
calle.
A
Samuel ha-Leví Abulafia su miembro más importante van dedicada estas líneas.
Samuel
era un judío con ambiciones, logró la amistad con el rey Don Pedro
que
lo nombro su
tesorero mayor
y hombre de confianza,
ello
lo convirtió
en uno de los
hombres más rico, poderoso y envidiado
del reino.
La
envidia, pecado capital que no puede soportar que otros tengan
riquezas o éxitos superiores a los de ellos, hizo que unos
envidiosos lo denunciaran ante el rey alegando
que malversaba
los fondos y
riquezas
de la corona.
El
rey necesitado de fondos y
creyendo que los tenía, mandó
que fuera encarcelado en las Atarazanas sevillanas,
donde torturado moriría
en 1360 sin
aceptar las acusaciones.
Hasta
aquí la historia, según
la tradición o leyenda, en los sótanos de su mansión de Toledo, se
encontraron un número importante de lingotes de oro y plata. Pero el
gran tesoro, que se decía que guardaba en su palacio de Sevilla o
en otros lugares anexos,
nunca
fue encontrado.
Lo
que no cabe duda, es que el
mejor de los
tesoros que
dejo
a la posteridad,
fue la magnifica sinagoga del
Tránsito en Toledo, construida bajo su mecenazgo.