sábado, 29 de septiembre de 2018

LOS ROSALES DE MAÑARA.


EL HOSPITAL DE LA CARIDAD.

LOS ROSALES DE MAÑARA.



          Miguel Mañara y Vicentelo de Leca fue un noble sevillano (1627-1679).  Los años de juventud de Mañara hasta su ingreso en la Hermandad de la Caridad en 1662 con 35 años,  están llenos de leyendas y tradiciones, en otra ocasión comentaremos alguna de ellas.         

          Me encuentro en el Patio-Jardín de los Rosales del Hospital de la Caridad, ante una columna de mármol que sostiene un busto de Mañara, cuyo pedestal se encuentra rodeado de ocho macetas con rosales que el mismo plantara y cuidara y que a pesar de los muchos años transcurridos, producen el milagro de no secarse  ni marchitarse, renaciendo  todas las primaveras fragantes y olorosas rosas.

          El pedestal en sus caras, lleva unos paños de cerámica con unas frases del escritor y poeta Luis Montoto, del texto hemos escogido el siguiente párrafo:

          “Ese verdor, esa lozanía, esa frescura que refrigera, ese aroma que embelesa, no son, sino la expresión maravillosa del sentimiento que abrazó el corazón de Mañara, el sentimiento de la caridad, que es el amor  por Jesucristo a todos los hombres”,

          Una leyenda[i] más mundana afirma que cada rosal es un pecado de amor. Nos cuenta que en un perturbador sueño  se le presentaron ocho damas a las que había amado y por un desmedido amor las había hecho derramar muchas lágrimas, traían en sus manos unas rosas que regaban con el llanto de sus ojos, en desagravio y en homenaje a estas desdichadas amadas, plantó estos rosales uno para cada una de ellas, a los que cuidaba personalmente, sin permitir que nadie lo hiciera.

          Lo cierto es, que leyenda o no, estos rosales testimonian la presencia siempre viva del Venerable en estos lugares.



         

 




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[i]  VÉASE EL MUY INTERESANTE EL ARTICULO  LOS ROSALES DE MAÑARA, DEL QUE HEMOS TOMADOS ALGUNOS DATOS,  ESCRITO POR MANUEL CHAVES REY EN EL LIBRO PÁGINAS SEVILLANAS.

viernes, 21 de septiembre de 2018

HOSPITAL DE LA CARIDAD Y DON MIGUEL DE MAÑARA.


EL HOSPITAL DE LA CARIDAD.

DON MIGUEL MAÑARA Y VICENTELO DE LECA.



ESTATUA DE MAÑARA EN LOS JARDINES DE LA CARIDAD.

      Dejando atrás una juventud llena de leyendas, Miguel Mañara y Vicentelo de Leca caballero Calatrava, ingresa el año de 1662 con 35 años en la Hermandad de la Caridad, institución cuya actividad principal desde el siglo XV era la misericordia de enterrar a indigentes muertos y abandonados en la calle, ajusticiados y ahogados en el río, así como llevar a hospitales  enfermos pobres y desamparados.

          Ampliar la actividad a todas las obras de misericordia, le rondaba a Mañara por la cabeza, los pobres eran nuestros hermanos, se decía, y había que darles no solo sepultura, sino cuidarle en vida.

          Un desgraciado suceso, que cuento a continuación, le conmovió de tal manera, que fue el detonante para la creación del Hospital de la Caridad, donde a todo pobre sin distinción se le daría techo y cama, bebida y comida, consuelo y tratamiento en sus enfermedades.

          Era una noche tormentosa y de mucho frío, en la que  avisan que muy cerca al lado del rio, se encontraba un pobre vagabundo que necesitaba ayuda, acude presuroso y cuando llega se encuentra un mendigo envuelto en una raída capa, manos y pies descalzos y agarrotados por el frio, introduce  su mano entre las ropas hasta llegar al corazón y comprueba  que  ha fallecido, y exclama:[i]

¡Cómo es posible, hermano desconocido, que mueras, sin amparo, en una ciudad como Sevilla!


¡Perdóname, ahora solo puedo darte sepultura en tierra bendita!


¡Pero prometo a Dios, hacer un albergue para recoger a todos los desvalidos sin techo donde guarecerse! Y vaya si lo hizo, primero un hospicio, más tarde en cinco naves de las Atarazanas levantó la iglesia y el Hospital, donde los pobres serian los amos y señores.


Volvamos a aquel desgraciado sin vida, Mañara conmovido profundamente, lo toma en sus brazos para llevarlo a la Hermandad y enterrarlo.[ii]


               Por ello, en la estatua de los Jardines de la Caridad o en la otra situada en la fachada lateral del Palacio de San Telmo, entre los doce ciudadanos ilustres de Sevilla[iii], se le representa llevando en sus brazos a un enfermo medio desnudo y moribundo, representación motivada por el episodio que hemos narrado.



[i] [i]     DATOS TOMADOS DE LA BIOGRAFIA  EN VIDAS MIGUEL MAÑARA DE JOSE ANDRÉS VAZQUEZ. MADRID 1943.

[ii]          VÉASE LA BIOGRAFIA ANTERIORMENTE COMENTADA.

[iii]   LA ESTATUA  DE MAÑARA  DEL JARDIN DE LA CARIDAD Y LAS DOCE DEL PALACIO DE SAN TELMO SON OBRAS DEL MALOGRADO ESCULTOR ANTONIO SUSILLO.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

HOSPITAL DE LA CARIDAD. JEROGLIFICOS DE LAS POSTRIMERIAS.


HOSPITAL DE LA CARIDAD.

JEROGLIFICOS DE LAS POSTRIMERIAS.

         

          Sigo en la iglesia de la Caridad, estos días atrás he estado contemplando y admirando los óleos de Murillo, el día de hoy lo voy a dedicar a las pinturas del otro maestro Juan de Valdés Leal.

          Comenzamos por las dos obras situadas en los muros laterales de  los pies del templo, conocidas como Jeroglíficos de las Postrimerías, en ellos el artista realiza una pintura tan realista que impone y sobrecoge.

          Dicen que Murillo al contemplar aquellos cuerpos espeluznantes, hediondos y descompuestos, exclamó asombrado: compañero ¡esto no se puede ver sin taparse las narices!.

          Así nosotros ante estas pinturas, nos quedamos sobrecogidos y temerosos, reflexionando ante la inutilidad de acumular placeres mundanos, riquezas y honores, frente a lo cierto de la brevedad de la vida y la necesidad de salvar el alma en el Juicio Final.



FINIS GLORIAE MUNDO

          En el FINIS GLORIIAE MUNDI = el final de las glorias del mundo, Mañara encarga a Valdés Leal, que pinte una lúgubre cripta funeraria con dos cadáveres dentro de sus ataúdes en plena descomposición, comidos de gusanos y cucarachas, uno el de un caballero de Calatrava envuelto en su capa, que se cree que pudiera ser el propio Mañara, otro el de un obispo con báculo, mitra y ricas vestiduras,  al fondo  en la penumbra, otro cadáver con calaveras y huesos alrededor. Pero fijaos en la cabeza del religioso, observar que los gusanos se han comido los ojos, los labios y la piel de las mejillas, es una visión tan espantosa que causa escalofríos.

          En la parte superior el brazo de Cristo con la mano llagada sostiene la balanza de la Suprema Justicia, en los platillos se pesan símbolos de las buenas y malas obras, queriéndonos decir que a cada uno se le juzgará ni más ni menos de como se haya comportado en la vida.

          IN ICTU OCULI=En un abrir y cerrar de ojos. En este otro cuadro compañero del anterior, Valdés a instancia de Mañara pinta un gran esqueleto con un ataúd bajo el brazo izquierdo, un sudario y en la mano la fatídica guadaña.



IN ICTU OCULI. EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS.



                    Al mismo tiempo con la huesuda mano derecha extingue la luz de un cirio, que lleva el rotulo de IN ICTU OCULI  o sea que todo acaba en un abrir y cerrar de ojos.

          Con el pie derecho pisotea toda clase de vanidades humanas, joyas, riquezas, trofeos, etc., y el izquierdo lo apoya sobre la bola del mundo, en señal de dominio.

          Todos estos elementos esparcidos por la escena y que el esqueleto pisa, aluden al triunfo de la muerte sobre la vida, y lo inútil de acaparar glorias y riquezas.

          Comienza Don Miguel su Discurso de la Verdad, con la siguiente frase que condesa todo el mensaje de las Postrimerías: Emento homo, quia pulvis es et in pulverum reverteris o sea recuerda hermano, que eres polvo y al polvo volverás.

         

          Ahora después de haber contemplado las Postrimerías, situaos en el centro de la nave, alzad la vista hasta el coro y veréis una  hermosa pintura de gran tamaño titulada la Exaltación de la Cruz realizada por Valdés Leal.



LA EXALTACION DE LA CRUZ.



          El tema de la obra es el siguiente, el emperador Heraclio llega a las puertas de Jerusalén para entregar la Cruz que había rescatado de los persas. Para entrar en la ciudad él monarca y su séquito tienen que despojarse de sus ricas vestiduras y vestirse con ropas humildes y sencillas, simbolizando que sí no pudieron entrar en Jerusalén vestidos con sus ropas de gala, tampoco ningún rico entrara con sus riquezas en el cielo.

          Con este lienzo se cierra el programa iconográfico compuesto por  Don Miguel de Mañara para decorar las paredes del templo.







         

lunes, 3 de septiembre de 2018

HOSPITAL DE LA CARIDAD. TRAS LOS PASOS DE MURILLO.


EL HOSPITAL DE LA CARIDAD.

TRAS LOS PASOS DE MURILLO.

      Me encuentro en el Hospital de la Caridad, he cruzado un hermoso patio porticado con arcos sostenidos por columnas de mármol, paredes cubiertas de paños de azulejos con escenas bíblicas y dos bellas fuentes con las esculturas de la Fe y la Caridad.





FUENTE CON LA ESCULTURA DE LA FE

          Y después de pasar un pequeño vestíbulo con un interesante cuadro sobre “las Edades del Hombre“ pasamos al interior de la iglesia.

          De una sola nave y de una belleza barroca insuperable, el templo contiene tal cantidad de obras maestras, que parece que estamos en un museo.  

          Para la decoración interior, Mañara contrata a los mejores artistas de la época como Murillo, Valdés Leal o Pedro Roldan.

          Dentro de un programa iconográfico ideado para mostrar a los hermanos de la Caridad el camino para subir al cielo, a su amigo Murillo le encarga una serie de obras relacionadas con la misericordia y como estamos en el IV Centenario del nacimiento de Murillo, le vamos a dedicar estas líneas.

          De las seis obras que componía la serie, los invasores franceses nos robaron cuatro que se exponen en diversos museos del orbe, y aquí tan solo podemos contemplar unas simples copias y son:

          -ABRAHAN Y LOS TRES ANGELES= DAR POSADA AL PEREGRINO. NATIONAL GALERY OTAWA CANADA.

            -LA CURACION DEL PARALITICO=VISITAR A LOS ENFERMOS. .NATIONAL GALERY LONDRES.

            -EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO=VESTIR AL DESNUDO. NATIONAL GALERY OF ART WASHINGTON.

            -SAN PEDRO LIBERADO POR EL ÁNGEL=REDIMIR AL CAUTIVO. ERMITAGE LENINGRADO.

          Los dos cuadros que no fueron expoliados, posiblemente por su gran tamaño, han sido restaurados en el I.A.P.H. y se pueden contemplar en una sala de la Caridad habilitada expresamente para su exposición.


 

MOISÉS HACIENDO BROTAR AGUA DE LA ROCA.

               En ellos el maestro se supera a si mismo representando las escenas bíblicas de MOISES HACIENDO BROTAR AGUA DE LA ROCA EN EL DESIERTO= QUE REPRESENTA LA MISERICORDIA DE DAR DE BEBER AL SEDIENTO, Y LA MULTIPLICACION DE LOS PANES Y PECES= LA CARIDAD DE DAR DE COMER AL HAMBRIENTO.





MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES.

         

          Otras  obras originales de Murillo que podemos admirar en esta iglesia son: SANTA ISABEL DE HUNGRIA CURANDO A LOS TIÑOSOS y SAN JUAN DE DIOS TRANSPORTANDO UN ENFERMO, ambas en la temática de la curación y atención a los enfermos.

          Repartidas por diversos altares podemos extasiarnos ante otras obras maestras del insigne pintor, como: una Anunciación, un San Juan Bautista Niño y un Niño Jesús.    

         

          Permitirme que antes de marcharme, contemple el fastuoso Retablo Mayor, presidido por una excepcional representación escultórica del Entierro de Cristo, magnífica obra del escultor Pedro Roldan.

          En ella se alude  a la misericordia principal de la Hermandad desde su fundación en el siglo XV, enterrar a los muertos abandonados en las calles, ajusticiados y ahogados en el río,  recuérdese que Jesucristo fue ajusticiado en la Cruz después de ser condenado a muerte.