EL HOSPITAL DE LA CARIDAD.
LOS
ROSALES DE MAÑARA.
Miguel Mañara y Vicentelo de Leca fue un noble sevillano
(1627-1679). Los años de juventud de
Mañara hasta su ingreso en la Hermandad de la Caridad en 1662 con 35 años, están llenos de leyendas y tradiciones, en
otra ocasión comentaremos alguna de ellas.
Me encuentro en el Patio-Jardín de los Rosales del Hospital
de la Caridad, ante una columna de mármol que sostiene un busto de Mañara, cuyo
pedestal se encuentra rodeado de ocho macetas con rosales que el mismo plantara
y cuidara y que a pesar de los muchos años transcurridos, producen el milagro
de no secarse ni marchitarse, renaciendo
todas las primaveras fragantes y
olorosas rosas.
El pedestal en sus caras, lleva unos paños de cerámica con
unas frases del escritor y poeta Luis Montoto, del texto hemos escogido el
siguiente párrafo:
“Ese verdor, esa lozanía, esa frescura que refrigera, ese
aroma que embelesa, no son, sino la expresión maravillosa del sentimiento que
abrazó el corazón de Mañara, el sentimiento de la caridad, que es el amor por Jesucristo a todos los hombres”,
Una leyenda[i]
más mundana afirma que cada rosal es un pecado de amor. Nos cuenta que en un
perturbador sueño
se le presentaron ocho damas a las que había amado y por un desmedido amor las había hecho derramar muchas
lágrimas, traían en sus manos unas rosas que regaban con el llanto de sus ojos,
en desagravio y en homenaje a estas desdichadas amadas, plantó estos
rosales uno para cada una de ellas, a los que cuidaba personalmente, sin
permitir que nadie lo hiciera.
Lo cierto es, que leyenda o no, estos rosales testimonian
la presencia siempre viva del Venerable en estos lugares.
.
[i] VÉASE EL MUY
INTERESANTE EL ARTICULO LOS ROSALES DE
MAÑARA, DEL QUE HEMOS TOMADOS ALGUNOS DATOS,
ESCRITO POR MANUEL CHAVES REY EN EL LIBRO PÁGINAS SEVILLANAS.
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