lunes, 28 de noviembre de 2016

LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS.


LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS.

       Desde  la calle Fabiola he llegado a la de San José, y me encuentro en San Nicolás ante el templo dedicado a San Nicolás de Bari Obispo, y que voy a visitar en el día de hoy.





          Templo construido en el siglo XVIII, aunque se cree que pudo levantarse sobre los restos de otro de la época del rey San Fernando. Las leyendas cuentan que con anterioridad aquí hubo un templo romano dedicado a Hércules, y que en unas cuevas que había debajo se encontró la antigua imagen de la Virgen del Subterráneo.

          La fachada principal neoclásica se remata con una pequeña torre, y sobre la portada de piedra una hornacina con una escultura del titular. A ambos lados los retablos de cerámica del Señor de la Salud y de la Virgen de la Candelaria.

          En el interior, lo primero que destaca son las dieciocho columnas de mármol rojo que soportan las cinco naves.

          Los muros llaman nuestra atención, no hay espacios libres, todos están cubiertos de altares y retablos. En ellos reciben culto las sagradas imágenes de Santo Domingo de Val, Virgen  del Patrocinio, la Dolorosa, el Santo Cristo de Gracia, Santa Rita de Casia, Santa Barbará, o la Virgen de Gracia, entre otras.


NAVE CENTRAL Y  RETABLO MAYOR.

          El retablo mayor es una esplendida muestra del barroco, en la hornacina central la imagen de San Nicolás, el santo de los tres lunes. En el ático la Inmaculada Concepción, y en la parte baja la Virgen del Subterráneo.

           A los pies de la iglesia, admiramos el imponente coro alto con dos órganos barrocos de mediados del XVIII y sillería de la misma época, se ilumina con una vistosa vidriera y se cierra con reja de forja.

          Antes de marcharme de este templo, me paso por la Capilla Sacramental, donde se venera a los titulares de la Hermandad de la Candelaria, Nuestro Padre de la Salud y la Virgen de la Candelaria, que tienen su sede en esta iglesia y procesionan el Miércoles Santo.


SAN NICOLAS DETALLE DEL INTERIOR.


 
           Son muchas las riquezas y obras de artes que conforman el patrimonio artístico de esta parroquia, tan difícil de enumerar por una menguada pluma como la mía, por lo que aconsejo su visita, pasareis unos gratos momentos.


                Mañana comentaré sobre San Nicolás el Santo de los Lunes.






domingo, 20 de noviembre de 2016

BOTARRUEDAS Y GUARDACANTONES.


BOTARRUEDAS

Y GUARDACANTONES.

                   

                    Al pasear por algunas calles céntricas del casco histórico, como Aire, Fabiola, Abades o Santa Teresa entre otras, observas unos elementos que  las adornan y dan una interesante singularidad.     

          Me refiero a las piedras cilíndricas que vemos incrustadas en las fachadas de ciertas casas y que popularmente se conocen como “BOTARRUEDAS”. Aquí hay que decir, que botarruedas es una palabra del habla popular, que no está recogida en el diccionario de la R.A.E.



BOTARRUEDAS EN CALLE XIMENEZ DE ENCISO.

           

          Las botarruedas, piedras de molino que se utilizaban como elementos arquitectónicos en la Sevilla de pasadas épocas, se colocaban generalmente sobre los zócalos de las casas señoriales situadas en calles estrechas y sin aceras, las paredes adquirían mayor solidez, las ruedas botaban sobre ellas y se preservaban de los golpes de carros y carruajes.

          Cuando los vehículos de tracción animal dejaron paso libre al motor, y convertirse muchas de estas calles en peatonales, las botarruedas se enfoscaron quedando la mayoría de ellas ocultas, por fortuna hace unos años que existe la buena costumbre de dejarlas al descubierto.

          También en algunas calles como las Siete Revueltas o San Isidoro,  las fachadas se resguardaban con unas botarruedas en forma de conos metálicos como vemos en la foto que se inserta a continuación.


         


BOTARRUEDAS EN CALLE SAN ISIDORO.



          GUARDACANTÓN. Otro de los elementos arquitectónicos situados en las esquinas de numerosas calles y que llaman la atención, son las innumerables columnas, algunas antiguas con capiteles romanos, para preservarla de posibles golpes.

          Pero estas, aunque su finalidad sea similar, no son botarruedas, sino que tienen el nombre de Guardacantón o Guardaesquinas.

          La R.A.E. nos dice que cantón es esquina, y guardacantón es poste de piedra para resguardar de los carruajes las esquinas de los edificios.





          Una curiosa foto de una esquina en la calle Santa Teresa del barrio de Santa Cruz, que se encuentra doblemente resguardada de los golpes con guardacantón y botarruedas.


domingo, 13 de noviembre de 2016

EL MURO DE LA CALLE FABIOLA. LA ANTIGUA JUDERÍA.


EL MURO DE CALLE FABIOLA.

LA ANTIGUA JUDERIA[i].

 MURALLA DE LA CALLE FABIOLA.

          En la anterior entrada os comentaba sobre el porqué del nombre de Fabiola a esta calle.

          Hoy me encuentro ante el trozo de muro que hay en ella y que pertenece a la antigua historia de la ciudad.

          Muro que formaba parte de la muralla medieval, pero no de la que circundaba la ciudad, sino de otra interior que encerraba la aljama judía.

          Poco después de la Reconquista de Sevilla,  se obliga a los judíos a concentrarse en una zona delimitada por un muro.

               Dentro de sus límites, se encontraban los barrios judíos de San Bartolomé y Santa Cruz, para los servicios religiosos tenían las tres sinagogas levantadas sobre las mezquitas concedidas por el rey Alfonso X.

          Esta muralla partía del Alcázar, y por las actuales calles de Mateos Gago y Fabiola, llegaba a San Nicolás, continuaba  por la calle  Conde de Ibarra hasta plaza de las Mercedarias, y por Tintes finalizaba en la muralla exterior junto a la Puerta de Carmona.

          El recinto tenía tres puertas, dos interiores a la altura de la calle Mesón del Moro y de San Nicolás, y una exterior que se comunicaba con el cementerio judío a través de la Puerta de la Carne.

         

          La aljama judía sevillana en la Edad Media, llegó a ser una de las más importantes y floreciente del país, de aquí salieron un buen número de escritores, traductores, médicos, financieros, comerciantes, entre otros muchos oficios.

          A pesar de ello, si repasamos la historia de este periodo, comprobaremos que salvo cortas etapas de tolerancia, los judíos soportaron numerosas persecuciones, matanzas, marginaciones y odios.

          Se les culpaba de todos los males que padecía la sociedad, la hostilidad y el odio eran tan fuertes que estalló con gran virulencia el 6 de Junio de 1391, desencadenando un gran baño de sangre.

          Fue un día negro y nefasto, una multitud enloquecida encabezada y arengada por el exaltado antisemita Ferrán Martínez arcediano de Écija, asaltaron la judería quemando casas y asesinando a todo judío que encontraban, fue un verdadero progrom[ii] de balance desolador, más de cuatro mil muertos, niños y mujeres vendidos como esclavos, las sinagogas convertidas en las parroquias cristianas de Santa María la Blanca, San Bartolomé y Santa Cruz[iii], podemos decir que estos sucesos fueron el fin de la judería sevillana.

          Un siglo más tarde en 1492 los Reyes Católicos decretan la expulsión de los judíos de todo el territorio español, pero en Sevilla quedaban pocos. 









           

         

         



[i]   MUY INTERESANTE EL LIBRO HISTORIA DE LA JUDERIA DE SEVILLA DE MARIO MENDEZ BEJARANO.

[ii] PROGROM O PROGROMON VOZ RUSA QUE SIGNIFICA  DESTRUCCIÓN, DESVASTACIÓN, MATANZA Y PILLAJE REALIZADA POR UNA MULTITUD ENFURECIDA CONTRA UNA COLECTIVIDAD DE GENTE INDEFENZA, ESPECIALMENTE CONTRA LOS JUDIOS.

[iii]  ESTA IGLESIA DE SANTA CRUZ NO ES LA QUE SE ENCUENTRA ACTUALMENTE EN LA CALLE MATEOS GAGO, ES UNA ANTERIOR QUE FUE DERRIBADA EN 1810, Y EN SU SOLAR A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX SE LEVANTÓ LA ACTUAL PLAZA DE SANTA CRUZ QUE DA NOMBRE A TODO EL BARRIO.


domingo, 6 de noviembre de 2016

PASEO POR EL CEMENTERIO.


PASEO POR EL CEMENTERIO.
MAUSOLEO DE DON BERNARDO MARQUÉZ.

       Como todos los años, en la festividad de Todos los Santos estuve en el Cementerio.

       El día era esplendido, luminoso, de sol otoñal radiante, que invitaba a pasear por este museo-jardín que es nuestro Cementerio de San Fernando.

       Después de visitar las tumbas de deudos y familiares, me dedique a deambular  por el camposanto, y mis pasos me llevaron ante un mausoleo, al que por sus connotaciones con la Historia voy a dedicarle estas líneas.



MAUSOLEO DE DON BERNARDO MARQUEZ.

       Me refiero al túmulo funerario donde reposan los restos del Coronel de caballería Don Bernardo Márquez, que se encuentra a la derecha de la entrada y medio oculto por árboles y flores.

       Este militar, casi desconocido para los sevillanos y que merece ser recordado, fue un héroe que luchó contra las fuerzas napoleónicas invasoras, y que años más tarde defendió los derechos constitucionales de la Constitución de 1812, conocida como “la Pepa” por ser promulgada el 19 de Marzo día de San José.

       Estamos en los años de “la Década Ominosa 1823-33”, periodo del reinado de Fernando VII que duró hasta su muerte y que se caracterizó por una represión feroz de los liberales y de las ideas constitucionalistas.

       Años peligrosos para los contrarios al Régimen Absolutista de Fernando VII, una sola delación bastaba para ser acusado y mandado al patíbulo, como le pasó a muchos.

       Este es el caso del Coronel Bernardo Márquez, que al ser denunciado de pertenecer a la Junta Revolucionaria sevillana y de conspirar contra el gobierno del rey felón[i], fue apresado, condenado y ajusticiado en la Plaza de San Francisco el 9 de Marzo de 1832, la vileza fue tanta, que sin valorar su prolongada hoja de servicios, fue mandado ahorcar y no fusilado como le correspondía por su rango de militar.

       Este mausoleo, levantado por suscripción popular en 1860, casi treinta años después de su muerte, está realizado en mármol blanco, se compone de un pilar sobre unos escalones, rematado por un jarrón y coronado por una cruz, el conjunto está protegido por una verja de forja.

       Las inscripciones de las cuatro caras del pilar resaltan las cualidades de este militar que murió por las libertades.

       “A la gloriosa memoria del Coronel Don Bernardo Márquez dedican este sepulcro sus deudos, amigos y conciudadanos”.

       “Sacrificado por su lealtad a la patria en afrentoso cadalso el 9 de Marzo de 1832”.

       “Testimonio de veneración a la firmeza de su ánimo y estimulo al valor cívico”.

       “Pusose este monumento el 6 de Septiembre de 1860 para borrar la ignominia del patíbulo”.

       Al pasar ante su sepultura y leer las mencionadas inscripciones, le estamos rindiendo un merecido homenaje.

       Como curiosidad os diré, que a la calle Entrencárceles[ii] en 1868, aunque por poco tiempo, se le puso Márquez[iii] en recuerdo a su memoria, actualmente no tiene calle dedicada.







[i]  SIGNIFICADO DE FELÓN SEGÚN LA RAE = CRUEL, MALVADO.

[ii]  SOBRE LA CALLE ENTRECÁRCELES Y CERVANTES VÉASE EN ESTE BLOG LO PUBLICADO EL 4 DE FEBRERO DE 2016.

[iii]  DICCIONARIO HISTORICO DE LAS CALLES DE SEVILLA.

martes, 1 de noviembre de 2016

CALLE FABIOLA.


CALLE FABIOLA.



          De esta calle, que se extiende desde la de Aire hasta la de Ximenez de Enciso, quizás algunos crean erróneamente, que lleva el nombre por la española Fabiola de Mora y Aragón (Madrid 1928-Bruselas 2014) que fuera reina consorte de los belgas al contraer matrimonio en 1960 con el rey Balduino de Bélgica.

          Pues no, Fabiola es el título de una novela histórica, ambientada en las persecuciones del emperador romano Dioclesiano a los cristianos de principios del siglo IV.

          Historia cuyo principal protagonista en la ficción es Fabiola joven patricia romana, que connvive con personajes reales como los santos San Sebastián, San Pancracio o Santa Inés.

          ¿Y Porque, lleva esta calle el nombre de esta novela? Porque el Cardenal Nicolás Wiseman que la escribió en 1854, nació en la casa-palacio número 5 de esta calle.




              En esta lápida de mármol situada sobre la fachada, leemos algunos de sus datos biográficos, pero le falta decir que el nombre de esta calle es por su novela Fabiola, un lapsus que hace que muchos viandantes, no relacionen esta calle con la novela ni con Wiseman.   



          Otro elemento interesante de esta calle, es que en ella se conserva un fragmento de una de las murallas interiores de la ciudad,  pero esto lo comentaremos en la próxima entrada.