LA
IGLESIA DE SAN NICOLÁS.
Desde la calle Fabiola he llegado a la de San José,
y me encuentro en San Nicolás ante el templo dedicado a San Nicolás de Bari
Obispo, y que voy a visitar en el día de hoy.
Templo construido en el siglo XVIII, aunque se cree que
pudo levantarse sobre los restos de otro de la época del rey San Fernando. Las
leyendas cuentan que con anterioridad aquí hubo un templo romano dedicado a
Hércules, y que en unas cuevas que había debajo se encontró la antigua imagen
de la Virgen del Subterráneo.
La fachada principal neoclásica se remata con una pequeña
torre, y sobre la portada de piedra una hornacina con una escultura del
titular. A ambos lados los retablos de cerámica del Señor de la Salud y de la
Virgen de la Candelaria.
En el interior, lo
primero que destaca son las dieciocho columnas de mármol rojo que soportan las
cinco naves.
Los muros llaman
nuestra atención, no hay espacios libres, todos están cubiertos de altares y
retablos. En ellos reciben culto las sagradas imágenes de Santo Domingo de Val,
Virgen del Patrocinio, la Dolorosa, el
Santo Cristo de Gracia, Santa Rita de Casia, Santa Barbará, o la Virgen de
Gracia, entre otras.
NAVE CENTRAL Y
RETABLO MAYOR.
El retablo mayor es una esplendida muestra del barroco, en
la hornacina central la imagen de San Nicolás, el santo de los tres lunes. En
el ático la Inmaculada Concepción, y en la parte baja la Virgen del Subterráneo.
A
los pies de la iglesia, admiramos el imponente coro alto con dos órganos
barrocos de mediados del XVIII y sillería de la misma época, se ilumina con una
vistosa vidriera y se cierra con reja de forja.
Antes de marcharme de
este templo, me paso por la Capilla Sacramental, donde se venera a los
titulares de la Hermandad de la Candelaria, Nuestro Padre de la Salud y la
Virgen de la Candelaria, que tienen su sede en esta iglesia y procesionan el
Miércoles Santo.
SAN NICOLAS DETALLE DEL INTERIOR.
Son muchas las riquezas y obras de artes que conforman el patrimonio artístico de esta parroquia, tan difícil de enumerar por una menguada pluma como la mía, por lo que aconsejo su visita, pasareis unos gratos momentos.
Mañana comentaré
sobre San Nicolás el Santo de los Lunes.