PASEO POR EL CEMENTERIO.
MAUSOLEO DE DON BERNARDO MARQUÉZ.
Como todos los años, en la festividad de Todos los Santos
estuve en el Cementerio.
El día era esplendido, luminoso, de sol otoñal radiante, que
invitaba a pasear por este museo-jardín que es nuestro Cementerio de San
Fernando.
Después de visitar las tumbas de deudos y familiares, me
dedique a deambular por el camposanto, y
mis pasos me llevaron ante un mausoleo, al que por sus connotaciones con la
Historia voy a dedicarle estas líneas.
MAUSOLEO
DE DON BERNARDO MARQUEZ.
Me refiero al túmulo funerario donde reposan los restos del
Coronel de caballería Don Bernardo Márquez, que se encuentra a la derecha de la
entrada y medio oculto por árboles y flores.
Este militar, casi desconocido para los sevillanos y que merece
ser recordado, fue un héroe que luchó contra las fuerzas napoleónicas
invasoras, y que años más tarde defendió los derechos constitucionales de la
Constitución de 1812, conocida como “la Pepa” por ser promulgada el 19 de Marzo
día de San José.
Estamos en los años de “la Década Ominosa 1823-33”, periodo
del reinado de Fernando VII que duró hasta su muerte y que se caracterizó por
una represión feroz de los liberales y de las ideas constitucionalistas.
Años peligrosos para los contrarios al Régimen Absolutista de
Fernando VII, una sola delación bastaba para ser acusado y mandado al patíbulo,
como le pasó a muchos.
Este es el caso del Coronel Bernardo Márquez, que al ser denunciado
de pertenecer a la Junta Revolucionaria sevillana y de conspirar contra el
gobierno del rey felón[i],
fue apresado, condenado y ajusticiado en la Plaza de San Francisco el 9 de
Marzo de 1832, la vileza fue tanta, que sin valorar su prolongada hoja de
servicios, fue mandado ahorcar y no fusilado como le correspondía por su rango
de militar.
Este mausoleo, levantado por suscripción popular en 1860, casi
treinta años después de su muerte, está realizado en mármol blanco, se compone
de un pilar sobre unos escalones, rematado por un jarrón y coronado por una
cruz, el conjunto está protegido por una verja de forja.
Las inscripciones de las cuatro caras del pilar resaltan las cualidades
de este militar que murió por las libertades.
“A la gloriosa memoria del Coronel Don Bernardo Márquez
dedican este sepulcro sus deudos, amigos y conciudadanos”.
“Sacrificado por su lealtad a la patria en afrentoso cadalso
el 9 de Marzo de 1832”.
“Testimonio de veneración a la firmeza de su ánimo y estimulo
al valor cívico”.
“Pusose este monumento el 6 de Septiembre de 1860 para borrar
la ignominia del patíbulo”.
Al pasar ante su sepultura y leer las
mencionadas inscripciones, le estamos rindiendo un merecido homenaje.
Como curiosidad os diré, que a la calle
Entrencárceles[ii] en
1868, aunque por poco tiempo, se le puso Márquez[iii]
en recuerdo a su memoria, actualmente no tiene calle dedicada.
[ii]
SOBRE LA CALLE ENTRECÁRCELES Y CERVANTES VÉASE EN ESTE BLOG LO PUBLICADO
EL 4 DE FEBRERO DE 2016.
[iii]
DICCIONARIO HISTORICO DE LAS CALLES DE SEVILLA.
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