viernes, 15 de agosto de 2014

LA VIRGEN DE LOS REYES. LAS VÍRGENES DORMIDAS.

LA VIRGEN DE LOS REYES.

LAS VIRGENES DORMIDAS.

 

15 de Agosto día de la Asunción de la Virgen, como todos los años a primera hora de la mañana, estuve al igual que miles de sevillanos, en las cercanías de la puerta de los Palos de la Catedral, a cumplir con la tradición de ver la salida de la Virgen de los Reyes, rezarle y pedirle protección y amparo.  

Dice la leyenda, que si en la puerta de los Palos se  le pide tres deseos, la Virgen concede uno de ellos.

La Virgen de los Reyes, es la Patrona de Sevilla y de su Archidiócesis, fue proclamada patrona de la ciudad el 15 de Agosto de 1946 por el Papa Pío XII. Es la primera imagen coronada canónicamente en Andalucía 1904, y tiene honores de Capitán General.

 En su paso de plata de cuatro varales, la Virgen iba muy hermosa, luciendo el manto verde bordado en hilo de oro que le regalara la reina Isabel II en 1853.

          Esta imagen tan querida por los sevillanos, estuvo muy vinculada al rey San Fernando que la llevaba consigo en todas las batallas de la Reconquista.
          De estilo gótico está fechada en el siglo XIII, y sobre ella hay diversas leyendas, desde la que cree que le fue regalada por su primo San Luis IX rey de Francia, hasta la que cuenta que San Fernando la vio en sueños y mandó que la hicieran igual que él la había soñado. Pero sobre sus leyendas hablaremos más detenidamente en otra entrada de este blog.
          El recorrido alrededor de la Catedral es corto, por lo que finalizada la procesión y visto el desfile militar en su honor, nos marchamos a cumplir con la otra tradición del día, visitar a  las Vírgenes en Tránsitos o Dormidas, de las iglesias del Hospital del Pozo Santo, y del convento de Santa Rosalía en la calle Cardenal Spínola.
          Son momento muy emotivos, el contemplar a estas Vírgenes sonrientes y llenas de dulce paz,  no muertas sino dormidas, esperando en sus tronos-lechos de Dormición, lujosamente ataviadas y rodeadas de flores, la subida a los cielos en cuerpo y alma.
         

 

miércoles, 13 de agosto de 2014

LA PUERTA DE SAN JUAN DE ACRE.

LA PUERTA DE SAN JUAN DE ACRE.
       Todas las puertas y postigos que tuvo la cerca de murallas islámicas que rodeaba la ciudad, salvo las Puertas de la Macarena, de Córdoba y el postigo del Aceite, fueron derribadas en el siglo XIX.
          Me encuentro en la esquina de las calles San Vicente, y Guadalquivir con Torneo, donde estuvo la Puerta de San Juan que fue abatida por la piqueta en 1864 y de cuyo recuerdo nos queda el rótulo.

AQUÍ ESTUVO LA PUERTA DE SAN JUAN.
         
          Como Puerta de San Juan de Acre es conocida desde el siglo XVI por el barrio del mismo nombre[i], con anterioridad se llamó Puerta del Ingenio, al parecer por una especie de grúa situada en el cercano muelle, que descargaba las mercancías que entraban por el río.      
          Por su proximidad al rio sufría frecuentes inundaciones, y en verano era uno de los lugares habituales para acceder a los baños controlados en el río.
          Desde siglos atrás, las aguas del Guadalquivir eran el lugar ideal para los sevillanos bañarse y poder soportar los calores del verano.      
          Ya desde el XVIII se tienen noticias de baños organizados, pero eso sí, bajo una estricta moral y  decencia, los hombres y mujeres se debían de bañar por separado y a horas distintas, en las orillas se instalaban unos “cajones” para tapar a las bañistas de las miradas de los curiosos. [ii]
          Mucho ha cambiado desde entonces, hace años que los sevillanos se van a las playas, con preferencia a Chipiona.
              




[i]  VÉASE EN ESTE BLOG EL BARRIO DE SAN JUAN DE ACRE.
[ii]  VÉASE LAS PUERTAS DE SEVILLA DE DANIEL JIMENEZ MAQUEDA Y DICCIONARIO HISTORICO DE LAS CALLES DE SEVILLA.

jueves, 7 de agosto de 2014

BARRIO DE SAN JUAN DE ACRE.

BARRIO DE SAN JUAN DE ACRE.
          Es curioso, paseas por Sevilla, y pasas por lugares y calles que no te dicen nada, pero indagas un poco y te encuentras que estas pisando una parte importante de la olvidada historia de nuestra ciudad.
           Es el caso de un pequeño enclave situado junto a la Puerta de San Juan[i], entre la calle Guadalquivir, y el final de las calles Santa Clara y Lumbreras.
        Este reducido entramado de calles con sus huertas e iglesia, que formaron el barrio de San Juan de Acre, y que actualmente llevan los nombres de Mendigorria, Pizarro, Álvaro de Bazán o Clavijo, fue concedido por el Rey Fernando III y ratificado por su hijo Alfonso X, a los Caballeros de esta Orden Hospitalaria, por su colaboración en la Reconquista de Sevilla.
             Dentro de la ciudad formaba un compás independiente, en los límites del barrio a la entrada de sus calles, tenían todas un arquillo en cuyo frente aparecía la cruz de San Juan en vidriados azulejos.
             Fijaos si fue importante, que su territorio estaba gobernado por un prior nombrado por la Orden, tenía jurisdicción propia, o sea que juzgaban sus propios jueces, tanto civiles como religiosos, las fuerzas de orden público no podían entrar a prender a nadie,, además gozaba de fueros y privilegios, como el de no pagar impuestos.
               Esta privilegiada jurisdicción, fue anulada a mediados del XIX por la Desamortización de Mendizábal, integrándose sus calles en el conjunto de la ciudad.
              En la actualidad este antiguo barrio, (por el que tan solo  transitan sus residentes), sigue siendo recordado en algunos de sus edificios, la Fundación Hospitalaria Orden de Malta, a la que pertenece la de San Juan, levantó hace unos años un comedor social al que dio el nombre de San Juan de Acre, una placa recuerda al Priorato de San Juan.
              En el interior del moderno Polideportivo Mendigorría un enmarcado texto con fotos, nos narra la historia del barrio.
           Y al final de la barreduela Clavijo, (así lo indica una placa) en el suelo se recrea parte del pavimento de la antigua calle Franquillos, así llamada por las franquicias que tuvieron desde el siglo XVI los tejedores de seda que vivían en esta zona.
       Sí dais un paseo por esta parte de Sevilla,  os encontrareis con una historia de más de 700 años.






[i]  EN LA PROXIMA ENTRADA COMENTAREMOS SOBRE LA PUERTA DE SAN JUAN DE ACRE.

domingo, 3 de agosto de 2014

CALLE SAN VICENTE.

CALLE SAN VICENTE.

          Llevo unos días paseando por el barrio de San Vicente, y hoy lo voy a dedicar a su calle central, la más importante y que lleva el nombre del barrio y de su iglesia.
          Es una calle bastante larga y no demasiado ancha, que comienza en la plaza del Museo y finaliza en la calle Guadalquivir junto a la Puerta de San Juan de Acre.
           

CASA SEÑORIAL CALLE SAN VICENTE.
          ¿Pero, sabéis que hasta hace unos años, esta calle llena de casas señoriales, conventos, iglesias y viviendas obreras, era conocida popularmente y según la zona, con los nombres de: San Vicente, Don Vicente, Vicente y Vicentillo?.    
          Pues sí, entre los distintos moradores y sus  viviendas, que iban desde el personaje con título nobiliario y que residía en casa-palacio, hasta el simple peón que vivía en el corral de vecinos, existían grandes diferencias sociales y económicas,
          A causa de estas diferencias, la sabiduría popular bautizó con distintos nombres a cada tramo de la calle, identificándolos con su mayor o menor categoría social: así San Vicente era  la parte más cercana a la plaza del Museo, Don Vicente el siguiente tramo de casas señoriales, Vicente tenía  casas  de dos y tres  plantas, y Vicentillo en la parte final con corrales y casas de vecinos.
          Actualmente, podemos llamar con total propiedad San Vicente a toda la calle, las diferencias de clase están superadas, el caserío ha cambiado mucho, casas y corrales desaparecieron  convirtiéndose en bloques de pisos.
          A lo largo del paseo, además de visitar las iglesias de San Vicente y la del convento franciscano de San Antonio de Padua, nos hemos parado a contemplar diversas casas sevillanas con cancelas, patios y hermosas fachadas, ellas por sí solas merecen la visita a esta calle.




                   


viernes, 1 de agosto de 2014

LA CALLE ALFAQUEQUE. BARRIO DE SAN VICENTE.

LA CALLE ALFAQUEQUE.
          Desde la iglesia de San Vicente, cruzando la calle del mismo nombre, llegamos a la de Alfaqueque, así conocida desde al menos el siglo XV.

          Calle peatonal, larga, estrecha y de poco tránsito, aunque desemboca en la calle Goles muy cerca de la Puerta Real, creo que salvo sus vecinos residentes, pocos sevillanos habrán pasado por ella.
           Quizás, por ser una fantasía de mi juventud, no debiera contarlo, pero puede que algunos de los que me lean, ante el nombre de Alfaqueque hayan sentido lo mismo que yo sentía hace años, cuando pasaba por la esquina de esta calle.
          Era muy joven y desconocía el significado de Alfaqueque, para mí este nombre encerraba misterios, que me recordaban los cuentos árabes de las Mil y una Noches.
           Me venía a la memoria el califa Harúm al Rashid paseando de incognito por esta  calle, como lo hacía por las calles de Bagdad.
          Pero dejemos los sueños y vayamos a lo real.        
¿Cuál es el significado de este nombre? Alfaqueque es palabra que viene del árabe y significa liberador de cautivos, por tanto esta calle está dedicada a la memoria de todos los que se dedicaron a redimir cautivos.
          El intercambio de prisioneros o la liberación de estos mediante rescate es una constante a lo largo de la historia[i].
          Ya en el siglo XIII, en el conjunto de normas de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, se recoge la definición de cautivos y las razones para su redención: “son aquellos que caen prisioneros de hombres de otra creencia, sus amos los pueden matar, torturar o esclavizar, siendo una de las peores situaciones que se puede encontrar una persona, y por tanto tienen el derecho a ser liberados incluso pagando un rescate”.
          También contempla el contenido y desarrollo del oficio de alfaqueque, “son los encargados de liberar a los cristianos esclavos en un país musulmán y de mediar entre las familias y los poseedores del cautivo, para ultimar la cuantía del rescate. Han de ser hombres de honor, desinteresados, conocedores de la lengua árabe, y poseer bienes propios para garantizar los rescates”.
          Eran personajes muy importantes, que gozaban de una especial inmunidad personal, viajaban por los caminos reales exhibiendo para su identificación su bandera o el pendón real.
          A mediados del siglo XIV la Corona de Castilla por Decreto de Enrique II crea la figura del Alfaqueque Mayor, cargo que recae en miembros de la nobleza, en Sevilla es desempeñado por el linaje de la familia Saavedra condes de Castellar.
          El alfaqueque como liberador de cautivos, comienza a desaparecer en el siglo XVI,  cediendo su lugar a órdenes religiosas como los mercedarios o trinitarios, que dedican su actividad principal a la redención de cautivos. 
          Aquí, en esta calle con tan interesante nombre, finalizo el paseo de hoy, espero que cuando paséis bajo su rotulo, penséis todo lo que se oculta tras de él.
         
         





[i] PARA UN ESTUDIO EN PROFUNDIDA VÉASE LA LIBERACION DE CAUTIVOS EN LA FRONTERA DE GRANADA. ESPAÑA MEDIEVAL 2013. DE JOSE ENRIQUEZ LOPEZ DE COCA. Y EL RESCATE DE PRISIONEROS Y CAUTIVOS DURANTE LA EDAD MEDIA HISPANICA DE JOSÉ MANUEL CALDERON ORTEGA Y FCO JAVIER DÍAZ GONZALÉS HID 38. 2011.