martes, 31 de marzo de 2015

SEMANA SANTA. HERMANDAD DE LA VERACRUZ.


CAPILLA DEL DULCE NOMBRE DE JESUS.
HERMANDAD DE LA VERACRUZ.

        Anexa a los Baños de la Reina Mora, en la calle Jesús de la Vera Cruz, se encuentra la capilla que vamos a visitar, sede de la Hermandad de la Vera Cruz.
          Esta capilla, conocida con el Dulce Nombre de Jesús, formó parte del convento que en el entorno de los Baños, se construyó a mediados del siglo XVI, para  las monjas agustinas dedicadas al recogimiento de mujeres públicas arrepentidas.
          El interior es de tres naves, separadas por columnas de mármol blanco, unas interesantes pinturas al óleo se reparten por sus muros.
          Muchas riquezas se encierran en este templo, pero voy a resaltar tan solo a los titulares de la Hermandad de la Vera- Cruz y a los relicarios con el Santo Lignúm Crucis.
          Presidiendo la Capilla y el barroco Altar Mayor, cuyas paredes y techos se cubren con pinturas murales, se encuentra el Cristo de la Vera Cruz.

VERACRUZ.ALTAR MAYOR.
           Este portentoso Cristo, que sobrecoge por su humildad y patetismo al mirarlo, es el más antiguo de todos los que procesionan en nuestra Semana Santa, mide 1,35, tamaño menor del natural, es de autor anónimo, aunque se cree que pudo ser tallado sobre el año 1500,

CRISTO DE LA VERA CRUZ.
          Contemplarlo en su capilla[i],  pero el Miércoles Santo no dejéis de verlo en la calle, su figura de Cristo muerto, al pasar delante de ustedes, no  os dejara indiferentes y recordareis que dio su vida por todos nosotros.
          En la nave del Evangelio, en un altar del siglo XVIII recibe culto la Virgen de las Tristezas, obra de 1942 del escultor sevillano Antonio Illanes, en su semblante de mujer de mediana edad, se refleja intensamente el dolor y la tristeza, como bien indica su nombre. 
          Así agobiada por la Tristeza, y vestida de luto con su manto de terciopelo negro, la veréis pasar en Semana Santa, detrás de su Hijo muerto.
          Dos pequeños trozos de la Cruz   Verdadera=Lignum Crucis, posee esta Hermandad, uno de ellos situado en el Altar Mayor en un relicario de plata, el otro insertado en la Cruz de Guía, esta además lleva la inscripción de las palabras de Jesús: “Toma tu cruz y sígueme”.
          Ambos Lignum Crucis, abren y cierran el cortejo de la estación de penitencia en la Semana Santa.
          Dice la tradición: Que en el año 326 Santa Elena localizó en Jerusalén, la Cruz Verdadera en que murió Jesús,  pequeños fragmentos se repartieron por toda la cristiandad y de la veneración de ellos surgieron las Hermandades y Cofradías de la Vera Cruz=Cruz verdadera.
         







[i] FOTO PAGINA WEB HERMANDAD VERA CRUZ.
 VEASE EN ESTE BLOG LOS BAÑOS DE LA REINA MORA.

domingo, 29 de marzo de 2015

LA CONCORDIA ENTRE LAS HERMANDADES DE LA MACARENA Y DEL GRAN PODER.

LA CONCORDIA ENTRE LAS HERMANDADES  DE LA MACARENA Y DEL GRAN PODER[i]. PETICION DE LA “VENIA”.
          Llegan los días de Semana Santa, días que me traen recuerdos de lejanas Madrugadas de Viernes Santos, cuando junto a la abuela Rosario, esperábamos en la Resolana la salida de la cofradía de la Macarena.
          Recuerdo un año, minutos antes de la medianoche, que vimos pasar y entrar en el templo, a unos nazarenos con túnicas negras y largos capirotes.
          Extrañados, le preguntamos: ¿abuela, de donde son esos nazarenos y porque entran en la iglesia?  
          La abuela, que en relación con la Virgen Macarena y su Hermandad conocía muchas leyendas y tradiciones, nos dijo:           “Sobre esos nazarenos hay una interesante y muy antigua historia que os voy a contar para que la conozcáis.
          La Hermandad de la Macarena, por su mayor antigüedad en realizar su Estación de Penitencia en la Madrugada del Viernes Santo, tiene derecho de prioridad de paso por la Carrera Oficial hasta la Catedral, antes que la del Gran Poder.
          Por un pacto de Concordia entre ambas Hermandades, esos nazarenos de negro vienen en representación de su Hermandad a pedir la “venia” o permiso para procesionar por delante de la Hermandad de la Macarena.
          Esta historia viene de lejos, en 1777 el Gran Poder que salía los Jueves Santos, decide pasar a la Madrugada del Viernes Santo solicitando a la Macarena el desfilar por delante de ella.
          Se le concede la petición con las condiciones siguientes: La Hermandad de la Macarena no perdería sus derechos de paso, y además todos los años una diputación de nazarenos del Gran Poder, acudiría antes de la salida al templo de la Macarena a solicitar la “venia”.
          La Concordia entre ambas Hermandades se mantiene hasta 1902, año en que por algunas discrepancias motivadas por itinerarios, la Macarena decide hacer uso de su derecho, colocando su Cruz de Guía en la Carrera Oficial por delante de la del Gran Poder.
          En 1903 por mediación del Cardenal Spínola hacen las paces y deciden para que la “venia” dure definitivamente, suscribir un nuevo acuerdo con las mismas condiciones que el anterior y que se mantiene en vigor hasta nuestros días.
          Por ello, todos los Viernes Santos de Madrugada, se produce un hecho pleno de emoción e histórico en la Semana Santa sevillana.   
          Cinco nazarenos del Gran Poder llegan a la Basílica de la Macarena, llaman con tres golpes y las puertas se abren para darles paso, en el interior se arrodillan y rezan ante el Señor y la Virgen, acabada la oración y en medio de un silencio expectante, leen ante la Junta de Gobierno su petición que le es concedida, se abrazan y finalizado el acto se marchan hacia su templo para iniciar su Estación de Penitencia.
          En unos días os contaré otras historias de la Hermandad de la Macarena”.

         





[i]  VÉANSE LOS LIBROS ESPERANZA MACARENA EN EL XXV ANIVERSARIO DE SU CORONACION CANÓNIGA Y GLORIAS RELIGIOSAS DE SEVILLA DE JOSE BERMEJO Y CARBALLO 1882.

miércoles, 25 de marzo de 2015

LA CALLE HIDALGO DE AGUERO.

LA CALLE HIDALGO DE AGÜERO.
       Muy cerca a la calle Feria, entre las de Castellar y Menjibar se encuentra una pequeña calle que lleva el nombre de Hidalgo de Agüero.

          Una placa  de azulejos situada en el interior del cercano templo de San Juan de la Palma, nos informa que en él reposan los restos de Don Bartolomé Hidalgo de Aguero insigne cirujano sevillano fallecido en 1597. Con esta placa la Real Academia de Medicina de Sevilla con motivo del IV centenario de su muerte honra su memoria.
          ¿Pero quien fue este personaje al que Sevilla le tiene dedicada esta calle?
          Fue un gran médico sevillano en la urología y cirugía del siglo XVI (1530-1597)  Alcanzó gran fama, en toda España y Europa por su innovador método de la vía seca para curar las heridas, o sea limpiándolas, uniendo los bordes, aplicando secantes y poniéndolas a cubiertos del aire con vendajes.
          Sevilla en el siglo XVI era la capital del mundo conocido, a su puerto universal llegaban los galeones con las riquezas del Nuevo Mundo. Ciudad rica y opulenta, la mayoría de sus edificios más importantes y monumentales se construyen en este siglo, de ella se podía decir “Que quien no ha visto Sevilla no ha visto maravilla”. Donde hay tantas riquezas y opulencia, se concentran pícaros y gentes de mal vivir.
          Esta gente del hampa dirime sus numerosas disputas esgrimiendo navajas, espadas o cuchillos.  Muchos de los heridos con estas armas blancas, son salvados de la muerte por el nuevo método de Agüero, es tanto su prestigio, que los contendientes al acometerse en sus peleas exclamaban ¡ Me encomiendo a Dios y al doctor Hidalgo de Agüero!.
          Vaya estas líneas a la memoria de este gran cirujano, y recordarlo cuando paséis por esta calle.


viernes, 20 de marzo de 2015

LAS CALLES GONZALEZ CUADRADO Y PALACIO MALAVER.



LAS CALLES GONZALEZ CUADRADO Y
PALACIO MALAVER.
            Hoy me encuentro caminando por estas dos  calles cercanas a la de Feria y a la Iglesia de Ómnium Sanctorum.
            Calles como estas, dedicadas a personajes que fueron merecedores de rotularlas con sus nombres, deberían tener unas placas que explicaran cuales fueron sus proezas o heroísmos, así  dejarían de ser unos desconocidos para los ciudadanos, que con el conocimiento de sus méritos  le tributarían el homenaje que se merecen[i].
            Es el caso de los héroes de estas calles por las que estamos paseando,  a ellos difícilmente los encontraremos en las páginas de los libros de Historia, pero sí en la historia local, de la que forman parte por su patriotismo y valentía ante el francés usurpador.
            El uno de Febrero del 1.810, las tropas invasoras francesas, con apenas resistencia de los ciudadanos y con la Junta sevillana huida, entraron y ocuparon triunfalmente nuestra ciudad.
            La población civil decide obrar por su cuenta, organizándose para  luchar por la independencia, y contra la opresión del ejército francés.
            Por toda Andalucía se crean grupos conspirativos, de una de las asociaciones más combativas sevillanas formaron parte Don José González Cuadrado y Don Bernardo Palacios Malaver de profesión escribano y batidor de oro respetivamente.
            Ambos fueron delatados por un mal nacido apodado “Pantalones” delincuente habitual y confidente al servicio de los franceses, siendo presos, juzgados y condenados a muerte. Eran tantos los graves problemas que estos grupos rebeldes causaban a los franceses, que les prometieron el perdón de sus vidas, si daban los nombres de sus compañeros.
            Nuestros héroes con suprema valentía prefirieron la muerte a convertirse en delatores, siendo ejecutados como si fueran vulgares malhechores,  el 7 de Enero de 1811 a garrote vil, y enterrados en la fosa común abierta en el patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla.
            Vaya mi sentido reconocimiento a estos dos valientes patriotas.





[i]  EN EL PATIO DE LOS NARANJOS DE LA CATEDRAL TIENEN UNA LÁPIDA  DEDICADA A  SU MEMORIA, Y GONZALEZ CUADRADO OTRA EN LA IGLESIA DE SAN ILDEFONSO EN CUYA PARROQUIA FUE BAUTIZADO

miércoles, 11 de marzo de 2015

EL CASTILLO DE SAN JORGE. LA INQUISICION SEVILLANA.

EL CASTILLO DE SAN JORGE.
LA INQUISICION SEVILLANA.
       El pasado domingo estuve paseando por Triana, concretamente por la plaza del Altozano para visitar los restos del Castillo de San Jorge, situados en los bajos del Mercado de Abastos.
          De los restos arqueológicos de la que fue sede de la Inquisición sevillana, lo primero que nos llama la atención es su gran extensión, aquí se ubicaban además de las salas de interrogatorios y torturas, los calabozos y viviendas para los inquisidores, administrativos, carceleros y porteros, unos atriles temáticos nos dan una amplia información.
          La historia de este castillo se remonta a época medieval, años más tarde en 1171 los almohades construyen el puente de barcas, y para custodiarlo y proteger la ciudad, convierten el castillo en una gran fortaleza con torreones, murallas y foso. 

          Fernando III  reconquista Sevilla en 1248 y el castillo es entregado a la Orden Militar de San Jorge, de donde toma el nombre, estos caballeros  lo ocupan hasta 1280.
          Siglos de paz disminuyen su importancia defensiva quedando a la espera de ser utilizado.
          En 1478 los Reyes Católicos crean la Inquisición Española, institución que llegaría  a ser la más poderosa y aterradora de su época. Sevilla por su importancia y riquezas, es elegida en Enero de 1481 para el establecimiento de la primera sede de sus Tribunales, nuestra ciudad tenía  lo que era más apetecible para los verdugos inquisidores, una gran población judía y de conversos, muchos de ellos ocupando altos cargos en la administración de la ciudad.
          Pronto comienzan sus macabras funciones, en Febrero de 1481 realizan el primer auto de fe, donde se queman vivas a seis personas.
           Primero se instalan en el convento de San Pablo, actual parroquia de la Magdalena, pero eran tantos los apresados que  se queda pequeño y se trasladan a este Castillo de San Jorge bastante más espacioso.   
          Aquí estuvieron tres siglos, y durante todo este tiempo fueron numerosos los presuntos herejes y conversos o falsos cristianos que pasaron por sus cárceles, de los que muchos fueron condenados y enviados a la hoguera.
          En 1785 debido a la mucha antigüedad del edificio y al deterioro por las inundaciones de los continuos desbordamientos del río, el Santo Oficio se traslada a la calle Becas, el castillo es demolido y en 1823 sobre el solar se construye el Mercado de Abastos.
           Actualmente, después de largos años de excavaciones y estudios arqueológicos, el Ayuntamiento abre en el año 2009 el recinto al público como Espacio de la Tolerancia, donde se puede reflexionar sobre el mal abuso del poder religioso o político, que produjo y produce tantas víctimas en el pasado y en el presente.
          Sobre aquellos siglos de oscurantismo y persecuciones etnicas y religiosas, podemos ver en una triple pantalla una película sobre la escalofriante y desgraciada historia de Marcela, cuyo único delito que la llevó a morir en la hoguera, fue el de ser una joven culta con conocimientos sobre medicina y plantas curativas, así como el gusto de estudiar las estrellas.
          En unos paneles se muestran los retratos de diversas personas relacionadas con la Inquisición, algunas perseguidas y condenadas, como María Dolores López una beata ciega que debido a sus delirios religiosos acabó en la hoguera, esta mujer condenada en Agosto de 1781 fue la última víctima de la Inquisición española.
          Como podemos ver Sevilla tuvo el dudoso honor de ser la primera y la última en donde la Inquisición quemó personas.          El recorrido termina ante unos paneles con artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en ellos se nos recuerda, que nadie puede ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
          Así como el derecho que tenemos todos a la libertad de pensamiento, de religión o creencias, sin distinción de raza, color, sexo, religión, nacimiento, posición social o económica.
          Por desgracias estos derechos fundamentales de la persona humana, se violan y pisotean frecuentemente en diversas partes del mundo. Está claro que no aprendemos de los errores del pasado.
          Finalizo aconsejando la visita a los restos del Castillo, y a este Museo sobre la Tolerancia, os será  muy interesante y enriquecedor.



lunes, 2 de marzo de 2015

LA CASA-PALACIO DE LOS MARQUESES DE LA ALGABA. CENTRO MUDEJAR.

LA CASA-PALACIO DE LOS MARQUESES
DE LA ALGABA.
CENTRO DEL MUDÉJAR.

        En la plaza de Calderón de la Barca, a espaldas del Mercado de la calle Feria y de la Iglesia de Ómnium Sanctórum, se encuentra este señorial palacio.
          Fue levantado en el siglo XV por Don Juan de Guzmán primer Señor de la Algaba, de esta primera construcción nos queda su bella  y espectacular portada gótico-mudéjar.


A LA IZQUIERDA LA PORTADA GÓTICO-MUDEJAR DEL PALACIO, AL FRENTE EL ÁBSIDE DEL TEMPLO DE OMNIUM SANCTORUM, A LA DERECHA EL MERCADO DE LA FERIA.

Sus sucesores enriquecen el palacio, siendo Don Rodrigo de Guzmán III Señor de la Algaba el que lo remodela en estilo renacentista, ampliándolo e instalando en la parte trasera, colindantes con la calle Arrayan y hasta San Basilio, los jardines y las caballerizas. A partir de 1568 el palacio adquiere su mayor relevancia, este año el rey Felipe II concede el marquesado al señorío de la Algaba, que ostentaba Don Francisco de Guzmán y Manrique.
Tras una larga época de esplendor, los marqueses de la Algaba dejan de tenerlo como residencia principal, años más tarde se vende, y comienza durante los siglos XIX y XX  un paulatino abandono, se derriba el pasadizo elevado que unía al palacio con la parroquia de Ómnium Sanctorum, adornos, herrajes, labores arabescas, columnas, puertas talladas, finos alicatados, ricos techos artesonados, y los grandes y  hermosos jardines, todo desaparece.
Parte de las instalaciones se habilitan para teatro y el resto para arrendamiento como casa y corral de vecinos, en los jardines se instala el cine de verano Arrayan.
El Ayuntamiento de Sevilla lo adquiere en 1990, y después de unos años de profunda rehabilitación y reconstrucción, se instalan unas dependencias del Ayuntamiento y en el año 2013 se abre al público como Centro del Mudéjar.



  Ahora que conocemos algunos datos de su historia, pasemos al interior y admiremos su bello patio central. Entre las estancias que se abren a este patio, se encuentran las dedicadas a Don Rodrigo y a Doña Leonor, siendo el techo de esta el único que conserva el original artesonado renacentista.
Por una esplendida escalera subimos a la planta superior donde se encuentran las salas que conforman el Museo del Mudéjar.
El término mudéjar es voz árabe que significa “domestico o vasallo sometido” o sea se refiere a los musulmanes que siguieron viviendo en los territorios reconquistados.
Estos mudéjares en su mayoría albañiles, ceramistas y carpinteros, realizaban sus bellos trabajos con materiales de bajo coste, como el ladrillo, el yeso o la madera, estilo que tomó el nombre de Arte Mudéjar.
Con la unión del mudéjar y el gótico, entre los siglos XIII al XVI se crearon edificios religiosos y civiles de gran belleza arquitectónica, entre los primeros destacamos los templos de Santa Marina, San Marcos o San Esteban, en los civiles: el palacio de Don Pedro I en el Alcázar, la Casa de Pilatos o este palacio de los Marqueses de la Algaba donde nos encontramos.
Pero entremos a visitar el Museo, donde en las más de 100 piezas que se exponen, se reúne una colección de objetos de carpintería, cerámicas, lápidas, vasijas y yeserías mudéjares y góticas, aquí no nos cansamos de admirar este bello y decorativo estilo tan presente en edificios monumentales sevillanos.
Recomiendo la visita a este hermoso palacio que afortunadamente no hemos perdido, en su interior podremos imaginarnos el gran esplendor que disfrutaron los Marqueses de la Algaba.