LAS TUMBAS DE
LOS GUZMANES
DE LA IGLESIA DE
OMNIUM SANCTORUM.
En la iglesia de Ómnium Sanctorum, en la cabecera de la nave del
evangelio, se encuentran unas interesantes y vistosas sepulturas conocidas como
de los Guzmanes, que encierran varios misterios.
Lo primero que nos sorprende, es saber que son tumbas vacías ¡aquí no
hay nadie enterrado, ni lo hubo nunca!
Como se puede comprobar por la foto, se trata de dos hornacinas en
forma de arco adornadas con hermosos azulejos. En los paños de cerámicas
laterales se representan a Santo Domingo de Guzmán y San Ramón Nonato, en el
del centro el escudo de los Guzmanes.
Todo este conjunto funerario conforman las sepulturas de los Guzmanes,
cuyas figuras yacentes del hombre y mujer representados, poseen una gran
naturalidad y realismo.
Ella una bella y noble dama luce ricas vestiduras, sobre el pecho lleva
un crucifijo y entre las manos sostiene un libro de oraciones.
El, caballero de barba y cabello rizado, lleva los brazos cruzados
sobre la espada.
A los pies de cada uno de ellos un perro descansa como símbolo de
fidelidad.
Las esculturas están realizadas en terracota o barro cocido
atribuyéndose a Lorenzo Mercadante de Bretaña, escultor bretón que se cree que
trabajó en Sevilla entre los años 1454 a 1468, realizando diferentes obras como
el sepulcro del Cardenal Cervantes o las estatuas de las puertas del Nacimiento
y del Bautismo de la Catedral.
En la parroquia de Ómnium Sanctorum ante estas sepulturas siempre me pregunto:
¿Qué Guzmanes son los que están representados en estas figuras? Como el
asunto no está muy claro, voy a entrar en el terreno de la hipótesis.
Sí la atribución de la autoría
de las esculturas a Mercadante de Bretaña resultara cierta, habría que buscar
que Guzmanes vivían en los años que el artista pasó en nuestra ciudad.
La investigación nos lleva a Don Juan de Guzmán y Torres Primer Señor
de la Algaba, señorío que consiguió en 1440.
Poco antes de su muerte, inicia en 1474 la construcción del palacio,
que hoy conocemos con el nombre de los marqueses de la Algaba, sus
descendientes lo ampliarían y mejorarían[i].
Por tanto a la vista de las fechas coincidentes entre el escultor y Don
Juan, llegamos a la conclusión teorica que las figuras yacentes son de Don Juan
de Guzmán y Torres y de su esposa Doña Elvira de Guzmán y Aponte.
¿Y sí las esculturas no fueran de Mercadante de Bretaña? Busquemos otros Guzmanes. Don Luis de
Guzmán y Guzmán II Marques de la Algaba y su esposa Doña Inés de Portocarrero,
a principios del siglo XVII recibieron el privilegio para construir un pasadizo
elevado y poder acceder desde el palacio a la parroquia sin pisar la calle. ¿Serian
estos marqueses tan vinculados al templo, los representados por un escultor
desconocido en las sepulturas? Pudiera ser.
Más complicado es saber porque sus restos no ocupan las sepulturas, los
motivos pueden ser varios, por ejemplo que las sepulcros iniciales estuvieran
en otro lugar de la parroquia, pasado años o siglos se cambiaron al lugar
actual y los cuerpos quedaron perdidos bajo los suelos, o que estén enterrados
en otro templo.
Otro tema interesante es la cenefa de azulejos muy deteriorados, que se
extiende a lo largo de las sepulturas en la que se lee EXCMOS CONDES DE LAS TORRES DE SANCHEZ DALP.
Aquí me vuelvo a preguntar: ¿Que se oculta tras este nombre? Veamos:
En la década de los años 40 del pasado siglo, se comenzaron a
reconstruir algunas de los templos que habían sido incendiados durante la
guerra civil. Uno de los promotores fue Don Miguel Sanchez-Dalp y Calonge de Guzmán,
que por haber dirigido y costeado la restauración de la iglesia de Ómnium
Sanctorum le fue concedido por la Santa Sede el privilegio de enterrarse en
este templo[ii].
Don Miguel fue un generoso mecenas que contribuyo con sus obras y
aportaciones al mejoramiento y enriquecimiento de Sevilla, en 1924 el rey
Alfonso XIII le concedió el título de Conde
de las Torres de Sánchez Dalp.
Falleció en Sevilla el 21 de Febrero de 1961 a los 90 años siendo
enterrado en el cementerio de San Fernando.
Por tanto tenemos que deducir, que aunque los Condes de las Torres de
Sánchez Dalp también son Guzmanes, aquí no están enterrados, ni que las sepulturas
de una antigüedad muy anterior a 1924 fecha
de la concesión del título condal sean de ellos.
Entonces ¿Por qué la cenefa con el nombre? Creo que cuando se hizo la restauración del
templo, al reponer en las tumbas los azulejos que estaban en mal estado, se
puso la cenefa para recordar el privilegio concedido por la Santa Sede.
[i] EL SEÑORIO DE LA
ALGABA QUE COMIENZA EN 1440 SE CONVERTIRIA EN MARQUESADO POR CONCESION EN 1568 EL REY FELIPE II A DON FRANCISCO DE
GUZMAN Y MANRIQUE V SEÑOR DE LA ALGABA.
[ii] ESTE PRIVILEGIO
DE ENTERRAMIENTO TAMBIEN SE LE CONCEDIÓ PARA LA CAPILLA DE LAS DAMAS CATEQUISTAS
Y PARA LA PARROQUIA DE ARACENA, DATOS DE LAS RESEÑAS CRONOLOGICAS PUBLICADAS EN
EL CORREO DE ANDALUCIA Y ABC EN FEBRERO DE 1931.