miércoles, 2 de agosto de 2017

LA PIEDRA LLOROSA.


LA PIEDRA LLOROSA.

En la Puerta Real, arriba, al final de la cuesta de San Laureano, se encuentra la conocida popularmente como la PIEDRA LLOROSA.

 El siguiente texto insertado en la pared, nos cuenta su leyenda:

SEGÚN LA TRADICIÓN POPULAR, SOBRE ESTE SILLAR LLAMADO DESDE ENTONCES LA PIEDRA LLOROSA, SE SENTÓ A LLORAR AMARGAMENTE EL 11 DE JULIO DE 1857, EL ENTONCES ALCALDE DE LA CIUDAD, AL CONTEMPLAR TRAS TRATAR DE IMPEDIRLO SIN ÉXITO, EL FUSILAMIENTO DE 82 JOVENES DE SEVILLA EN LA VECINA PLAZA DE ARMAS DEL CAMPO DE MARTE”.

EL AYUNTAMIENTO DEDICA ESTE RECUERDO EN MEMORIA DE LA ACTITUD EJEMPLAR DE AQUEL ALCALDE Y COMO RECORDATORIO FUTURO CONTRA LA PENA DE MUERTE.





              
 Observar que no se menciona el nombre del Alcalde, pero la tradición cree que se refiere a Don Juan José García de Vinuesa.

          Aquí hay un error, García de Vinuesa fue Alcalde de Sevilla desde  1859 a 1865, por tanto en Julio de 1857, aunque formaba parte de la Corporación Municipal, no era alcalde, en cambio si fue uno de los dos Comisionados[i] nombrados por el Ayuntamiento, para presentar a la reina la solicitud de indulto, que no fue concedido.

          Por tanto Vinuesa, en el supuesto (poco probable salvo como leyenda) que se sentara en la piedra a llorar, y exclamando ¡Pobre ciudad! ¡Pobre ciudad! no lo hizo como alcalde, sino como el fracasado Comisionado, que no pudo  salvarles la vida.  

          Esta bonita tradición tiene su base en unos hechos reales y dolorosos sucedidos en el verano de 1857.

          Veamos: Reinaba Isabel II y de Presidente del Gobierno conservador el General Narváez, los actos graves de desorden o intentos revolucionarios, se reprimen con gran dureza.

           Un grupo de paisanos que salió de Sevilla y se engrosó con otros sublevados de los pueblos, tomó las poblaciones de Utrera y el Arahal, atacando el cuartel de la Guardia Civil, e intentando proclamar la República.      

          Deshechos por las tropas gubernamentales que los persiguen, la mayoría de ellos caen prisioneros, son juzgados por un Consejo de Guerra y condenados a ser fusilados.

          El horror de lo padecido en estos días,  nos lo cuenta de primera mano en un estremecedor relato, el corresponsal del periódico de Madrid “La Discusión”[ii]:

          Sevilla 12 de Julio de 1857. Ayer fue un día de luto para esta consternada población. A las dos de la tarde no se veía ninguna casa con puerta abierta. Talleres, tiendas, establecimientos, todo cerrado. Retratábase en las fisonomías el angustioso estado de los corazones, grupos silenciosos bajando preocupados por las calles ante las terribles escenas que se preparaban. Y más que terribles, en verdad, muchos hijos de Sevilla iban a ser pasados por las armas. Hablábase desde muy temprano de próximas sentencias de muerte, más nadie se figuraba que llegasen a ser en tan crecido número, nadie se imaginaba el fusilamiento general de todos los sublevados.

          Las peticiones de indulto y de conmutación de las penas, fueron inútiles, solo un muchacho de catorce años fue perdonado por sus  pocos años.

          Se tomaron inútiles medidas de seguridad, y digo inútiles porque Sevilla, la bella Sevilla estaba aterrorizada, no parecía sino un vasto cementerio.

          La ejecución se adelanto media hora, la muerte de los sublevados fue horrorosa, pues a la primera descarga ninguno murió, todos iban muy serenos, una bala perdida mató a un muchacho y a un hombre e hiriendo a otro. Se asegura que en esta semana serán pasados por las armas, aquí y en los pueblos, unos cien sublevados.

          Sevilla 11 Julio 1857. El Consejo de Guerra no ha parado de funcionar, anteayer fue pasado por las armas uno de los reos, hoy han sido fusilados en la Plaza de Armas veinticuatro condenados, me aseguran que en Utrera lo han sido catorce y once en Arahal.    El corresponsal concluye con las siguientes palabras:

          ¡Cuanta sangre!...Estoy tan afectado que el pulso me tiembla y la pluma se me cae de las manos. No puede usted formarse una idea de lo horroroso que ha sido el día. Por Dios, que no vuelvan a repetirse escenas de esa naturaleza en una capital afligida hace tres años de t odo género de calamidades.

          Muchas leyendas interesantes, como esta de la Piedra Llorosa tiene Sevilla, tradiciones que todo sevillano debería conocer, aquí en este blog la he contado con algunos datos de la verdadera historia recogidos de la prensa de la época.

          Mañana seguiré paseando por San Laureano.

         



[i] VÉASE HISTORIA DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE LA CIUDAD DE SEVILLA TOMO IV DE DON JOAQUIN GUICHOT Y PARODY.

[ii]  VÉASE EN INTERNET EL DIARIO POLITICO DE MADRID LA DISCUSIÓN DEL 17 DE JULIO DE 1857.

1 comentario:

  1. Era alcalde de Sevilla en julio de 1857 D. Miguel de Carvajal y Mendieta, quien sería sustituido en 1859 por García de Vinuesa.

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