sábado, 12 de agosto de 2017

SAN LAUREANO.


SAN LAUREANO.

EL ARRABAL LOS HUMEROS.



En la parte más alta de San Laureano, separado de la calle por un muro, se encuentra el antiguo edificio del desaparecido Convento-Colegio de San Laureano que da nombre a este lugar.

Desde muchos siglos atrás, esta zona del Arrabal de los Humeros,  situada a extramuros de la Puerta de Goles, estaba llena de huertas y estercoleros, sobre uno de ellos construye su casa-palacio Hernando Colon hijo del Descubridor.

 A principios del XVII ya fallecido Hernando, (recordemos que muere en 1539) lo adquieren los monjes de la Merced para levantar su Convento-Colegio.

          Después de más de doscientos años de vida religiosa, llegan las vicisitudes, en 1810 los franceses invasores lo ocupan, expolian, expulsan a los monjes, y destinan el edificio a cuartel.

          Marchados los franceses, con la Desamortización pasa a manos privadas, y medio destruido, se destina a varios usos, como cine de verano, talleres, almacenes, casa de vecinos, etc.



EL HERMOSO PATIO DE SAN LAUREANO.

          En la actualidad después de varios proyectos para su reutilización no cumplidos, en el hoy rehabilitado y conocido como “Patio de San Laureano”, se han construidos para su venta pisos y apartamentos.

Salgo del hermoso patio y muy cerca, en la calle Torneo esquina con la de Liñán y San Laureano, se encuentra la capilla de los Humeros, donde recibe culto  la Virgen del Rosario patrona del Arrabal, cuya Hermandad de Gloria celebra sus cultos en Octubre, con misa, rosario público y procesión.



CAPILLA DE LOS HUMEROS.



Estos lugares por donde estoy paseando, formaban parte del Arrabal de los Humeros, barrio de pescadores y ahumadores de pescado, de donde proviene el nombre del arrabal.

 Sus límites estaban comprendidos entre el exterior de la muralla y el río, y se extendía entre las calles San Laureano y Baños. De este desaparecido Arrabal, nos queda la capilla mencionada anteriormente y una serie de callejas ocultas y estrechas, con nombres (casi todos) de sabor marinero, como Dársena, Bajeles o Barca, otros son Locomotora, Liñán, y Plaza de Blasco de Garay.

Entre estos nombres hay que destacar el de Liñan, dedicado a la memoria de Miguel de Liñan, Mayordomo de la Hermandad de la Virgen del Rosario, que a mediados del XVIII consiguiera del Ayuntamiento los terrenos para edificar la capilla.



Y aquí entre estas callejuelas de este antiguo arrabal, termino el paseo de hoy.


















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