domingo, 27 de mayo de 2018

LA CALLE ZARAGOZA.



LA CALLE ZARAGOZA.


         

          A la calle Pajería, conocida desde muy antiguo con este nombre porque en esta zona estuvo el antiguo mercado de la paja, se le puso en 1845 el nombre de Zaragoza, homenaje de Sevilla a la ciudad cuyos habitantes hombres y mujeres mantuvieron una gloriosa resistencia contra las poderosas fuerzas francesas en la Guerra de la Independencia. Quien no recuerda haber contemplado, la bella estampa de la joven e intrépida Agustina de Aragón prendiendo la mecha del cañón y disparando contra el enemigo francés.

           Nada más entrar, al inicio de la calle, se encuentra la casa-palacio del siglo XVI conocida popularmente como “La Casa de los Leones, en este edificio estuvo instalada durante muchos años la Escuela de Artes y Oficios, y actualmente restaurada es sede de dependencias de la Junta de Andalucía.

          Admiramos la bella portada de piedra de dos cuerpos, el inferior flanqueado por columnas corintias, en el superior un balcón con unas figuras de león a cada lado,  todo el conjunto se remata con un escudo nobiliario dentro de un frontón curvo.

          El interior es magnífico destacando el hermoso patio de columnas de mármol.



LA PORTADA DE LA CASA DE LOS LEONES.

          Pero sigamos por  esta calle larga y curvada, llena de casas señoriales con patios sevillanos y balcones con cierres de cristales, que nos llevará hasta la Plaza Nueva. 

          En el número 20, sobre la fachada de una hermosa casa convertida en restaurante, una lápida de mármol y bronce nos dice que allí nació (Sevilla 1861-Madrid 1924) el dramaturgo y poeta Juan Antonio Cavestany.



LÁPIDA A JUAN ANTONIO CAVESTANY.

               Una de sus obras más sevillana es el poema dedicado al Parque de María Luisa, escrito con la “grasia” y salero del acento andaluz, del que inserto unos versos.

Escuche usté, amigo:

¿Ha estao usté en Sevilla?

¿Ha visto usté el parque

de María Luisa?

¿Qué no lo conoce?

¿Qué no ha estao usté allí?
Pues…usté no sabe

lo que es un jardín.

No seño,

no lo sabe usté,

se lo digo yo. [i]

          Y hemos llegado casi al final de la calle, al número 60 donde se encuentra la conocida como CASA DE SANTA TERESA.

            Porque sí, la Santa de Avila  estuvo en Sevilla poco más de un año entre Mayo de 1575 y Junio de 1576.


         


CASA DE SANTA TERESA  CALLE ZARAGOZA.

                    Fue un mal año para ella, en Sevilla no se encontró a gusto, según sus palabras una ciudad de pecado donde el diablo anda suelto.                   

          Encontró dificultades por parte de las autoridades eclesiásticas sevillanas para fundar un convento de su Orden, misión para la que había venido, con la Inquisición tuvo problemas por falsas denuncias, a sus monjas tuvo que alojarlas en una precaria y húmeda vivienda arrendada en la calle Armas (actual Alfonso XII) y sobre todo el calor, acostumbrada a los fríos de las tierras castellanas, este la agobiaba y enfermaba.

          Pero entre tantas penurias, al final de su estancia tuvo algunas alegrías, el reconocimiento de Sevilla, la sentencia absolutoria de la Inquisición, y el ver instaladas a sus monjas en esta señorial casa-palacio de la calle Pajería, con zaguán, huertos y patio sevillano.

          El traslado de sus hermanas a esta esplendida casa se realiza en los primeros días de Junio de 1576, días después concretamente el 4 parte para su Ávila natal.

          Una placa en el zaguán nos la recuerda: “CASA DE SANTA TERESA, ASÍ LLAMADA POR HABER MORADO EN ELLA CONVENTUALMENTE CON LAS PRIMERAS RELIGIOSAS DE SU FUNDACIÓN DE SEVILLA, LA MÍSTICA DOCTORA, GLORIA DE ESPAÑA, REFORMADORA INSIGNE DE LA ORDEN DEL CARMELO EN EL AÑO DE 1576”.

          Pasados unos años, las monjas se trasladan definitivamente a su actual convento de la calle Santa Teresa en el bario de Santa Cruz.



         







[i]   ESTO ES UNA PEQUEÑA MUESTRA DE UN BELLO POEMA SOBRE SEVILLA Y SU PARQUE DE MARIA LUISA, ACONSEJO QUE LO LEAIS AL COMPLETO DIFRUTAREIS..

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