LA
CALLE ARGOTE DE MOLINA.
En
el lateral oeste del Palacio Arzobispal se encuentra la calle
Placentines, que lleva este nombre porque antiguamente la zona la
ocupaban comerciantes de la ciudad italiana de Placensa, pasamos por
ella y llegamos a la de Argote de Molina por donde va a transcurrir
el paseo de hoy.
Calle
con trayecto muy desigual, el ancho tramo donde me encuentro, se
extiende entre las calles Alemanes y Placentines en forma de curva
y con pendiente muy pronunciada.
En
este lugar, más conocido por los sevillanos como Cuesta del Bacalao,
por la muestra de un gran bacalao publicitario en la esquina con
Placentines, se viven momentos inenarrables durante los días de
Semana Santa.
Pero antes de seguir el paseo, me pregunto ¿Quién fue este Argote
de Molina, cuya memoria se honra dando su nombre a esta calle? Pues
fue paisano nuestro, nacido en Sevilla en 1548, enterrado en Las
Palmas de Gran Canaria donde falleció en 1596.
Santiago
Montoto en su libro Las Calles de Sevilla, califica a este
polifacético personaje, como insigne sevillano, animoso caudillo,
buen caballero, ilustre poeta y sabio genealogista.
¿Que
se puede añadir a estas meritorias calificaciones? Que fue un
verdadero prototipo del hombre renacentista, que desempeñó los
cargos de veinticuatro de la ciudad y el Alférez Mayor de Andalucía,
que en referencia a las armas, entre otras contiendas participó, con
apenas veinte años, en doblegar la rebelión de los moriscos de
Granada.
En
su vida cultural fue un gran bibliófilo y coleccionista, reuniendo
en su residencia un magnifico museo de libros y manuscritos antiguos,
obras pictóricas, armas, monedas, etc.
De
su producción literaria destacamos la obra “LA
NOBLEZA DE ANDALUCÍA”
una descripción histórica y genealógica de los linajes
nobiliarios andaluces.
Este
libro, con el que he pasado con su lectura muy agradables momentos,
se compone de una recopilación de relatos, donde Petronio ante un
dilema que le plantea el conde, le aconseja con un cuento y su
correspondiente moraleja.
Ya
conocemos algunos datos biográficos de este prohombre, y es el
momento de continuar el paseo, ahora por el tramo largo y estrecho
que finaliza en el cruce con la calle Bamberg. Antes
de llegar al final de la calle, me detengo ante el número 13, en
cuya casa situó el escritor Armando Palacios Valdés la vivienda de
Gloria protagonista de la novela la Hermana San Sulpicio, como nos
recuerda el paño de azulejos situado en la fachada.
Termino
el paseo, recomendándoos el libro EL
CONDE DE LUCANOR,
con la lectura de este clásico de las letras castellanas, pasareis
muy buenos momentos.
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