miércoles, 31 de agosto de 2022

 

LA CALLE SAN JACINTO.

LA VIRGEN DE LA ESTRELLA.


La calle San Jacinto donde me encuentro en pleno corazón de Triana, es una vía larga que se extiende entre las plazas del Altozano y la de San Martín de Porres allá por el Tardón.

Muchos son los interesantes edificios que contiene, entre otros el templo dominico de San Jacinto fundado en el siglo XVII y que da nombre a la calle, o la Capilla de la Virgen de la Estrella, sede de esta Hermandad que procesiona el Domingo de Ramos y a la que vamos a dedicar estas lineas.

La figura principal del paso de misterio es Nuestro Padre Jesús de las Penas, que desnudo con las manos juntas y sentado sobre una roca, mira implorante al cielo a la espera de ser crucificado, mientras dos judíos preparan la cruz y un soldado romano vigila toda la escena.

El otro titular de esta Hermandad es la muy popular Virgen de la Estrella, que fuera fundada a mediados del siglo XVI por marineros y gentes relacionadas con los trabajos de la mar.

A lo largo de tantos años de actividad religiosa ha habido muchos momentos de esplendor y gran brillantez, entre otros la Coronación Canóniga de la Virgen en 1999 o la salida procesional en la Semana Santa de 1932.

Ese año en plena II República, la Semana Santa se celebraba en el mes de Marzo, llegada estas fechas las cofradías sevillanas acordaron no realizar la Estacion de Penitencia, alegando que las calles no eran seguras por movimientos anarquistas incontrolados.

La Hermandad de la Estrella, fue la única que no estando de acuerdo con tal decisión, decidió sacar sus pasos y hacer su recorrido habitual de Semana Santa.

La salida del templo de San Jacinto, el 24 de Marzo Jueves Santo fue apoteósica, se le cantaron saetas, la multitud rezaba, aplaudía, vitoreaba y exclamaba ¡ESTRELLA¡ ¡VALIENTE¡ ¡ESTRELLA¡ ¡VALIENTE¡.

Durante su triunfal paseo se produjeron algunos incidentes, como un apedreo de los pasos en la calle Sierpes, o otro de mayor gravedad a la entrada en la Catedral, un disparo de pistola que por gracia de Dios tan solo atravesó el palio de la Virgen, su autor un exaltado anarquista fue apresado por personas que asistían a contemplar las imágenes.

Salvado estos percances, la procesión continuó con normalidad su recorrido, eso sí a la imagen le quedo para siempre el apelativo de LA VALIENTE.





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