IGLESIA
DE LA MAGDALENA.
En
la sevillana parroquia de la Magdalena, en uno de los retablos de la nave del
crucero, se venera una Virgen con el curioso nombre de las Fiebres.
Imagen que en épocas pasadas fue de gran devoción en la
ciudad, a Ella las mujeres rogaban para que las salvara de las calenturas postpartos,
y la población en general le pedía protección contra las fiebres y calenturas, de
aquí el nombre.
Esta bella figura, que con amor de Madre acuna sobre su
pecho a su Hijo dormido, fue esculpida en 1565 por el imaginero afincado en
Sevilla Juan Bautista Vázquez el Viejo.
Pero hubo otra anterior mucho más antigua Virgen de las
Fiebres, la que según la leyenda salvó milagrosamente al rey Don Pedro I de
morir por unas altísimas calenturas, imagen que
se
perdió a finales del siglo XVII en el hundimiento del antiguo templo, sobre
el que se levantó por el arquitecto Leonardo de Figueroa la actual y monumental
iglesia.
La historia cuenta, que el rey Alfonso XI murió en Marzo de
1350 a consecuencia de la Peste Negra, enfermedad que contrajo en el asedio a
Gibraltar y que por aquellos años asolaba con gran mortandad a toda Europa.
Le sucede su primogénito, casi un niño de apenas 16 años, que
reinaría como Pedro I de Castilla y el sobrenombre del Cruel para unos y el
Justiciero para otros.
En Agosto de 1350, a los pocos meses de haber subido al
trono, contrajo unas fiebres de tal virulencia que se temió por su vida,
desahuciado por los médicos que no atinan con la causa de tan grave enfermedad,
solo queda encomendarse a la Providencia Divina.
Su madre Doña María de Portugal muy devota de la Virgen de
las Fiebres del convento de San Pablo, se encomienda en sus rezos a Ella
rogándole por la vida de su hijo.
A los pocos días de padecimientos el estado febril
desaparece, el enfermo mejora y se restablece totalmente.
Hasta aquí lo escrito es rigurosamente histórico, aunque la
leyenda cree que fue una curación milagrosa a causa de las oraciones ofrecidas
a la mencionada Virgen, a la que el rey le hizo donaciones y tuvo gran fervor
durante el resto de su vida.
Del rey Don Pedro he escrito varias leyendas en este blog,
y he creído interesante relatar la relacionada con la Virgen de las Fiebres.
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