Paseas por Sevilla
y cuando menos te lo esperas, te encuentras un lugar prácticamente desconocido,
pero lleno de belleza y muy gratificante de visitar, es el caso de la denominada
Plaza de la Escuela de Cristo.
PLAZA DE LA ESCUELA DE CRISTO.
A mediación de la
calle Ximenez de Enciso, entramos en una barreduela o callejón sin salida, que
lleva el nombre del profesor de magisterio Don Carlos Alonso Chaparro, y al
fondo tras pasar una puerta de hierro y una urna con la imagen de San Cayetano,
nos encontramos en el interior de esta pequeña y bonita plaza.
La Escuela de
Cristo de la Natividad institución católica de sacerdotes seculares y
seglares para la mejora de la vida cristiana de sus miembros, tiene su oratorio
en esta plaza a la que da nombre, una cerámica en la fachada nos cuenta la
historia de su dilatada vida, de la que tomamos unos datos:
Que en 1662 se
fundó en Sevilla una de las primeras Escuelas de Cristo de España.
Que en 1773 se erige
una nueva en el convento de San Francisco, que más tarde se traslada a este
oratorio de su propiedad.
Que la tercera
escuela hispalense se instaura en 1798.
Que Años más tarde
el materialismo impío extinguió esta institución, restaurándose de nuevo el año
1925, hasta la actualidad.
.
CERAMICA QUE NARRA LA HISTORIA
DE LA ESCUELA DE CRISTO
Además de esta
placa, tiene en sus paredes dos magníficos azulejos, uno presidiendo la plaza con
la Adoración de los Pastores, cuyo texto
nos dice:
Se puso este
retablo en Enero de 1977 a honra de la Natividad de Nuestro Señor y como
homenaje de las Escuelas de Cristo a su cofundador el Venerable Juan de Palafox
y Mendoza, y otro con el Cristo de las Misericordias, cuya hermandad reside en
la anexa iglesia de Santa Cruz.
LA ADORACION DE LOS PASTORES.
CRISTO DE LAS
MISERICORDIAS.
CRUZ DE FORJA. OTRO RINCÓN DEL PATIO.
Por una puerta
situada al lado del azulejo del Cristo de las Misericordias y pasando por la
sacristía entramos en la Iglesia de Santa Cruz, a la que vamos a visitar a
continuación.
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