lunes, 21 de diciembre de 2015

SANTA JUSTA Y RUFINA. MUSEO BELLAS ARTES SEVILLA.

MURILLO: SANTAS JUSTA Y RUFINA.
MUSEO BELLAS ARTES SEVILLA.

          Entre los óleos pintados por Murillo para los Capuchinos de Sevilla[i], y que  estos días estoy admirando en el Museo sevillano, se encuentra este de las dos Santas considerado como una de sus grandes obras maestras.
          Murillo las pinta como dos bellas jóvenes sevillanas de delicadas facciones, pelo negro y miradas plácidas y dulces.   Ambas con sus manos, en las que sostienen las palmas del martirio, sujetan a la Giralda.
          Esta representación  a dado pie a la leyenda que les atribuye el ser protectoras de la Giralda, ya que en todos los terremotos habidos en Sevilla, algunos de gran magnitud como el de 1504, que abatió edificios, torres y campanarios, la Giralda se salvó de ser derribada porque ellas la sostuvieron entre sus manos.  
           Justa y Rufina[ii] hermanas de oficio alfareras, nacieron en los años 268 y 270 en el seno de una familia cristiana, en una época que los cristianos eran cruelmente perseguidos.
          Cuenta la tradición, que un día que vendían sus cacharros de cerámica en el mercado, los componentes de una  procesión pagana, le conminaron a que entregaran algunas de sus piezas  para la diosa, las hermanas se negaron alegando que ellas eran cristianas y no adoraban dioses falsos.
          En el altercado que se originó rodaron por los suelos sus cerámicas, así como la falsa diosa que se hizo pedazos, siendo detenidas con la condición de ser liberadas si renunciaban a su religión. Se negaron a la renuncia de su fe, por lo que encarceladas fueron martirizadas y condenadas a morir de hambre y sed, Justa no pudo aguantar y murió por inanición, Rufina que resistía el suplicio, fue llevada al anfiteatro para ser devorada por las fieras.        El fiero y poderoso león que sale del cubil para que la despedace y devore, se acerca, le lame las vestiduras y se echa mansamente a sus pies. El prefecto romano airado, manda que la degollen y quemen su cuerpo.
          El obispo Sabino consigue recoger sus restos para enterrarla junto con su hermana, era el año 287 y tenían 17 y 19 años respectivamente.




[i] VÉASE LAS DOS ANTERIORES ENTRADAS: MURILLO Y LOS CAPUCHINOS Y LA VIRGEN DE LA SERVILLETA.

[ii]  VÉASE EN ESTE BLOG: SANTA JUSTA Y RUFINA PUBLICADO EL 5/3/2014.

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