sábado, 29 de junio de 2019

LA PLAZA DE SANTA CRUZ.


LA PLAZA DE SANTA CRUZ
LA CRUZ DE LA CERRAJERIA.

          La calle Santa Teresa por la que he estado paseando, desemboca por un extremo en la de Ximenez de Enciso y por otro lado en la Plaza de Santa Cruz donde me encuentro.
          Esta hermosa plaza, la más emblemática y que da nombre al barrio tiene una larga historia, en su solar estuvo una de las tres sinagogas que el rey Alfonso X el Sabio otorgara a los judíos, sinagoga que en los pogrom[i] de 1391 en el que murieron más de 4000 judíos, y niños y mujeres vendidos como esclavos, fue derribada y en su lugar se levantó la iglesia mudéjar de Santa Cruz.
          Por cierto en este templo en el año 1682 fue enterrado el pintor Bartolomé Esteban Murillo, cuyas cenizas como nos recuerda la placa situada en una de sus fachadas, se encuentran perdidas en algún lugar del subsuelo.
          Entre los años 1810 a 1812 Sevilla estuvo gobernada por los invasores franceses, estos además del expolio artístico en que se llevaron numerosas obras de arte, realizaron un plan urbanístico para hermosear la ciudad creando plazas y paseos, derriban algunos conventos e iglesias, entre las que cae demolida la parroquia de Santa Cruz.
          Los franceses no construyen la plaza, durante años estuvo el solar vacío y sin ningún tipo de construcción, hasta que a primeros del siglo XX con la reorganización urbanística del barrio se le dio el estilo actual.
            LA CRUZ DE LA CERRAJERÍA O DE LAS SIERPES.
           Aquí, en esta vistosa cruz de forja, conocida con estos dos nombres y que desde el centro y rodeada de árboles y plantas domina toda la plaza, confluyen todas las miradas, sean de turistas o sevillanos.

DETALLE CRUZ CERRAJERÍA CON FAROL, ANGEL Y SEPIENTE.
          Obra maestra de la forja sevillana del siglo XVII, es una cruz farola adornada con motivos vegetales y florales, así como unas pequeñas esculturas de los evangelistas en cada esquina. Los cuatro faroles los portan unos ángeles subidos en las cabezas de unas serpientes o sierpes.
           Construida por suscripción popular, su lugar primitivo de instalación fue en la confluencia de la calle Sierpes con las de Rioja y Cerrajería.
           Y aquí viene el problema de ubicación. La calle Sierpes, corazón de Sevilla, era lugar de paso para personajes y monarcas en sus visitas a la ciudad, la cruz estorbaba el desfile de las comitivas regias, así que se desmontaba y se trasladaba al cercano, hoy desaparecido convento de las monjas Mínimas, pasado el acontecimiento se volvía a instalar en su emplazamiento primitivo.
          La última vez que se retiró fue en 1840 siendo trasladada al Museo Arqueológico[ii], donde estuvo hasta 1918  en que el Ayuntamiento a instancias de Don Santiago Montoto aprueba que se instale en su lugar actual de la Plaza de Santa Cruz.
     



[i]  PROGROM LEVANTAMIENTO POPULAR CONTRA LOS JUDIOS.

 [ii] V ÉASE  LAS CALLES DE SEVILLA DE SANTIAGO MONTOTO.

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