martes, 14 de enero de 2014

RODRIGUEZ OJEDA Y LA MACARENA I.

RODRIGUEZ OJEDA Y LA MACARENA I.
EL ESPLENDOR MACARENO.

Junto al Arco, con la mirada en dirección a la Basílica, donde se halla la Virgen de sus amores, podemos contemplar el monumento a la memoria del bordador y diseñador Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1853-1930).        

Al pasar ante este monumento, deteneos y recordad que la Semana Santa que hoy conocemos, tan esplendorosa, llena de riquezas, palios, insignias y mantos bordados, que emociona y exalta a propios y extraños, se debe fundamentalmente a los cambios introducidos por este insigne artista, que marcan un antes y después en la Semana Santa sevillana[1].
Su busto en bronce se encuentra sobre un pedestal de mármol, en cuyo frontal se reproducen dos relieves: el escudo de la Hermandad de la Macarena y un detalle del famoso manto de malla o “camaronero” con los angelitos y la leyenda “Esperanza Nuestra”. Una inscripción sobre el mármol nos dice:”A Juan Manuel Rodríguez Ojeda con el reconocimiento y la gratitud de la Hermandad de la Macarena. Sevilla 18 de Diciembre de 2.000”.
   Rodríguez Ojeda y la Macarena.
        En 1877 se incorpora como prioste a la Hermandad de la Macarena, y se encuentra  con un “paso” de Virgen con palio de cajón rígido de plata, y un misterio de ínfima calidad artística.
     Su talento de diseñador comienza a crear en su mente, las grandes transformaciones que había que hacer en todo lo que rodeaba a la Virgen, todo en su entorno tenía que servir para resaltar su belleza sin igual, destacándola entre todas las imágenes.
     Por tanto, al tiempo que desempeña diversos cargos en la Junta de Gobierno, comienza a realizar una profunda renovación artística en la Hermandad, hasta  convertir a la Virgen Macarena en la Dolorosa sevillana por excelencia.
De estos cambios recojo algunos de los más significativos, como el palio rojo, el manto de malla y el tocado o rostrillo.

El palio rojo.
Cuando en Semana Santa, vemos pasar a la Esperanza Macarena bajo su palio bordado sobre terciopelo granate, con su genuino “andar macareno” que tanto nos conmueve, estamos ante una de las obras cumbres que diseñara Rodríguez Ojeda.
En este palio se supera a sí mismo, en él introduce unos cambios revolucionarios en la estética cofradiera, que nunca serán superados.
Por primera vez las caídas o bambalinas se construyen en malla de oro calada para dar mayor transparencia al interior, se sitúan por dentro de los varales, y no por la parte de afuera, su forma triangular hace que al andar se balanceen y choquen contra los varales.
El conjunto del palio resulta un prodigio de gracia y elegancia, el caminar de la Virgen con este bamboleo que se mueve en las “levantás” y “chicotás” al ritmo del paso de los costaleros, constituyó los que los cofrades llaman “el saber andar macareno” con el que la Virgen Macarena se pasea desde 1908.
Los bordados del techo representan a la Virtudes Teologales en el centro y los evangelistas en las esquinas.
Con este palio se  inicia la gran transformación de la Semana Santa andaluza y sevillana, la mayoría de Hermandades encargaron modelos similares, y podemos decir que desde entonces la Semana Santa se “macarenizó”.

El manto de malla.
Este magnífico y fabuloso manto realizado por Rodríguez Ojeda en 1900, es el más antiguo de los tres de salida procesional que tiene la Virgen Macarena, está bordado en malla de oro sobre terciopelo verde, con angelitos en relieve y flores en seda de colores.
Popularmente es conocido como “manto camaronero” porque la malla imita a la red de pescar camarones de los pescadores del rio Guadalquivir.
De este fabuloso manto, nos cuenta Don Santiago Montoto[2]: “Recuerdo, como si lo estuviera viendo, el estreno del sorprendente manto llamado de malla de oro de la Virgen.
Estuvo expuesto durante varios días en los grandes escaparates de un bazar y tienda de tejidos de la calle Francos. De día y de noche, la multitud llenaba la calle, por la que era imposible transitar, pues los miles de curiosos se estacionaban ante los escaparates, ávidos de admirar tanto arte y riqueza. ¿Qué manto había que pudiera comparársele?
Los macarenos, que digo macarenos, todos los sevillanos, se enorgullecían de aquella magnifica ofrenda a la Virgen de la Esperanza. Y un día y otro pasaba y repasaba la muchedumbre los escaparates, para admirar aquella catarata de oro y arte que luciría la Virgen”.
Como curiosidad os diré, que este manto fue prestado en dos ocasiones, la primera fue en 1941 para la bendición de la Esperanza Macarena de Madrid, la segunda en 2006 a la Virgen de las Mercedes de la Hermandad de Santa Genoveva en el 50º de su fundación.

El tocado de la Virgen.
El “tocado” un velo en forma de “rostrillo” que enmarca la cara, cuello y pechos de la vírgenes, eran zonas habitualmente tapadas con unas especies de tocas monjiles.
Rodríguez Ojeda viste a la Macarena con un “rostrillo” en tul, asimétrico y muy suelto, que permite descubrir la frente y el cuello de la imagen. Paso a paso, con el transcurso de los años, la va convirtiendo en la Virgen por él soñada.

En la próxima entrada comentaré otros cambios y aportaciones suyas a la Hermandad Macarena.  


         
         
       












[1]-SOBRE RODRIGUEZ OJEDA VÉASE EL LIBRO ESPERANZA MACARENA SEVILLA 1.989.-LA SEMANA SANTA ANTES Y DESPUÉS DE RODRÍGUEZ OJEDA POR JULIO MARTINEZ VELASCO ABC FEBRERO 1.985. Y-EL ARTE SEVILLANO DE VESTIR IMÁGENES. PALOMERO PARAMO ABC  MARZO 1.985.

[2] DON SANTIAGO MONTOTO ABC MAYO 1964.

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