VIERNES
SANTO JUNTO AL ARCO.
El
lugar junto al Arco donde se encuentra el monumento con el busto de Rodríguez
Ojeda, es un sitio de privilegio para ver a la Virgen Macarena el Viernes Santo.
Este
bordador, que tanto contribuyó al realce de su belleza, ahora en la Madrugada rodeado
de un gran gentío que La espera, ¿sentirá esa emoción, que se palpa en el
ambiente? ¿pensará en las siguientes palabras?
“Ya están abriendo la puerta, ya
mismo estará saliendo, con la cintura bien puesta.
Sevilla Té está esperando, Sevilla Té reza inquieta, y es un río
incontenible del Arco a la calle Feria.
¡Es esa cara tan guapa! ¡ Es tu belleza morena!. Sevilla ¡estará
contigo, Esperanza Macarena!”[1].
¿ O en estas otras que preludian la salida?[2]
“Otra vez, otro año más-si Dios quiere- la veremos en ese trono de
ensueño que es el “paso”, su “paso” de palio, creado para Ella por hombres y
mujeres con mentes de ángeles.
Otra vez, otro año más, mimada y
cantada por el poema de cientos de flores blancas, brindándole-a Ella-el retozo
de unos rizos de cera.
Otro año más, arrullada por la cadencia de los flecos de madroño
jugando entre el varal.
Otro año, cuajada de joyas que son exvotos y promesas pagadas.
Otro año, llevada con amor por hombres recios, doseles de corazones
grandes como la tierra.
Otro año más, por las calles de Sevilla, comunicándola su pena y
dejando que la ciudad-enternecida-se ablande con la fe y la plegaria...
Otro año más, otra vez más, desde el Arco hasta la Catedral, desde la Catedral
hasta el Arco, ¡Reina y Señora, Virgen y Madre de los sevillanos, la Esperanza
Macarena!”.
La Virgen ha salido, ya marcha por calle Feria, aún se oye la conmoción
y alegría que despierta a su paso, la gente se dispersa, Rodríguez Ojeda queda
solo, no importa, por la mañana estará de nuevo aquí rodeado de multitudes, que
volverán a aclamarla entre rezos y llantos, hasta que las puertas de la basílica
se cierren con Ella dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario