viernes, 20 de diciembre de 2013

LA PARTE NORTE DE LA ALAMEDA

                                                LA PARTE NORTE DE LA ALAMEDA.



Antiguamente esta parte de la Alameda, era una amplia explanada tan solo ocupada por una sencilla cruz. 
Una leyenda cuenta: Que en este lugar llamado  la Cruz del Rodeo, a principio del siglo XVI perdió la vida de forma violenta, Per Afán de Ribera, hijo de los Marqueses de Tarifa. Sus padres mandaron quitar la cruz (se encuentra en la iglesia de Ómnium Sanctórum) y en el mismo lugar costearon la capilla de la Virgen del Carmen, donde tiene su sede desde 1502 la Hermandad de gloria de la Santa Cruz del Rodeo y Virgen del Carmen. 
Es entre los años 1764-65 gobernando como Asistente Don Ramón de Larrumbe, cuando se realizan profundas reformas en la Alameda, se introducen alcantarillas y desagües,  se ponen fuentes y se plantan nuevos árboles. 
En esta parte norte se levantan dos columnas, rematadas con leones de piedra que sostienen los escudos reales y de Sevilla. 

Estas columnas conocidas popularmente como los “Hércules Nuevos” están construidas en ocho piezas, por ello pierden la esbeltez y grandiosidad, que tienen las que sostienen a los Hércules.
En esta línea escribe el Duque de Rivas sobre las columnas: 
“La altura y gallardía de sus columnas, la majestad con que descuellan sobre el gigantesco arbolado...causa sensación profunda en los ojos y en el corazón de quien las mira y contempla. Por cierto no tienen tal virtud, las dos hermanas raquíticas que quiso darle el siglo XVIII en las ridículas columnillas de ocho pedazos cada una en la parte opuesta de la Alameda, como si dijéramos a su salida se colocaron. ¡ Que diferencia!..Aquellas son las canillas de un Titán, estas como un juguetillo”. 
Cercanas a la calle Calatrava, se encuentran las  estatuas de la Niña de los Peines y de Manolo Caracol que se colocaron en 1968 y 1991, junto a ellas la del torero Manuel Jiménez Chicuelo, que al igual que los otros vivió en la Alameda de Hércules. 



      Ha pasado el tiempo, poco a poco la Alameda ha perdido sus características, desapareció su hermoso arbolado y se destruyeron las fuentes, todo se perdió, árboles centenarios, carrozas, caballos, veladas, etc. 


       La última reforma de la Alameda se terminó hace unos pocos años,  reforma que ha hecho que este hermoso paseo, a mi criterio, sea una caricatura de que lo fue antaño, edificios modernos como el cuadrado y sin ventanas de la nueva comisaría de policía, las modernas farolas tipo ducha, los bancos de ladrillos pintados de amarillo, o el suelo de feas losetas y sin albero, etc. 
        Los propios Hércules, afortunadamente para ellos no la ven por estar de espaldas, si pudieran verla se bajarían de sus columnas y se marcharían lo más lejos posible.




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